Se trata del «e-tron quattro concept», un adelanto muy fiel al coche de producción que veremos en pocos años en los concesionarios de Audi en forma de SUV completamente eléctrico, probablemente con el nombre de Q6 e-tron. De hecho, la propia firma de Ingolstadt en la nota de prensa explica que su tamaño está «a medio camino entre un Q5 y un Q7». ¿Blanco y en botella?
A nivel tecnológico, el coche emplea la plataforma MLB de la firma, en su última evolución, la misma empleada por el inminente nuevo A4. Bajo el piso de la misma, entre ambos ejes, se encuentra situada una gran batería de iones de litio, lo que permite reducir al máximo tanto la altura del centro de gravedad como el momento polar de inercia, mejorando el potencial comportamiento dinámico del coche.
Cuenta con tres propulsores eléctricos, uno en el eje delantero y dos en el trasero, con lo que dicho eje posterior puede lograr un efecto de control vectorial de la guiñada del vehículo en base a proporcionar diferencias apreciables de par en las ruedas interiores y exteriores a la curva.
Audi no detalla en profundidad las capacidades del vehículo, pero sí promete un Cx de 0,25, realmente bajo para un coche con este diseño, y una autonomía de «más de 500 kilómetros».
Este rival del también inminente Model X de Tesla se comercializará en tres años (2018), a un precio que fácilmente llegará a los 100.000€.
