Utilizando componentes actuales y combustible con las calidades de hoy día, los modelos antiguos contaminan menos que cuando estaban nuevos -suponiendo que la mecánica está bien- y tienen un nivel de seguridad levemente superior. Por ejemplo, el gasóleo tiene mucho menos azufre, las pastillas de freno encajan perfectamente pero tienen mejores compuestos, los neumáticos son muy superiores a los de primer equipo cuando salieron a la calle, etc. Lo que no podemos conseguir ni pretender es que contaminen menos que un modelo nuevo, o que sean igualmente seguros. Eso no es realista.
Hay gente que REALMENTE cree que tiene un coche antiguo ecológico y súper seguro. Quisiera saber qué se fuman…
Un lector me ha recordado que salió un estudio hace cuatro años patrocinado por una conocida empresa de alquiler y una conocida marca de neumáticos. En dicho estudio se preguntó a conductores de coches de más de 12 años y se llegó a la conclusión de que no eran conscientes de los riesgos en seguridad vial a los que estaban expuestos. Por ejemplo, todos hemos oído la gilipollez de que los coches modernos son de plástico y los antiguos son más duros, y eso es una mentira tan grande como la Torre Eiffel. Sí, hay piezas de plástico, pensadas en no reventarte cuando te atropellen, pero lo que es el metal es muchísimo más rígido y resistente, otra cosa es que se doble por el sitio que debe hacerlo para reducir las consecuencias de un guantazo.
Denunciaban esa nula percepción popular sobre la seguridad, pues los encuestados hablaban bien de coches de 16 años de media que «frenaban bien» y «se sujetaban en curva» mientras respondían que los neumáticos estaban mezclados, gastados o viejos. Son respuestas tan coherentes como las de una víctima de un secuestro con síndrome de Estocolmo: «me quiere, por eso me impide salir a la calle». Así que se consideró como conclusión del estudio que debía impedirse la venta entre particulares de modelos de más de 15 años, y retirar de la circulación los que pasen de 30, a no ser que sean clásicos para preservar.
En otras palabras, el coche de más de 30 años que no esté en buen estado, se tendrá que dar de baja
A más de uno le va a dar un shock, pero veo bastante razón en esos planteamientos, aunque sea en la superficie. Por ejemplo, pensemos un Renault Siete, como el de nuestros amigos Cecilio y Antonio, mantenidos a la perfección, cuidados bien pintados… Eso es un clásico. Ahora pensemos en un coche exactamente igual que está en un pueblo rural perdido, con neumáticos de cuando íbamos gateando, frenos que silban en nota aguda y un par de chinazos en el cristal. Su dueño dirá que solo se usa para ir al pueblo de al lado o a recoger patatas, y lo de que se acerca a la capital un par de veces al mes se lo calla. Eso no es un clásico, es un potencial montón de chatarra.
Voy a poner un ejemplo menos extremo. Hace escasos días salió un interesante artículo en el blog oficial de Mercedes en Alemania, contando la historia de un ingeniero de la compañía de 55 años, Michal Nickl, que lleva un millón de kilómetros y un cuarto de siglo conduciendo su Mercedes 200 D (W154) para ir y volver de currar. Entre combustible y mantenimiento -que los tiene auditados- ya se ha fumado más de 112.000 euros (unos 4.500 anuales). El coche sale en las fotos sin disimular arañazos ni la ponzoña de varios días. No ganaría ningún concurso de belleza, pero el dueño se ha gastado lo que ha hecho falta para mantenerlo en estado de circulación. Es un coche para uso diario.
También os puedo hablar de un señor ya fallecido que tenía un Mercedes 300, de la misma gama y edad similar, lleno de porquería (haría años que no se aspiraba), mantenido a la mínima por el mecánico del pueblo, y mejor no preguntar por el estado de la mecánica, frenos, amortiguadores… Para convertirlo en clásico casi habría que mandarlo a Alemania para que el departamento de clásicos le dé mimos, porque yo no sabría por dónde empezar. Que un coche así pase la ITV da para un tema aparte.
Sin duda hay coches que merece la pena conservar y preservar para futuras generaciones, especialmente las versiones deportivas, interesantes o más lujosas. El grueso, el montoncillo… si no tiene un valor sentimental ni es actualizable en clásico, tiene un destino claro: el desguace. No todos los coches se pueden salvar, es medioambientalmente irresponsable (entre otras cosas). Y los que no son para salvar, o se mantienen o deberían retirarse de la circulación por el bien de todos.
Si encima metemos en la ecuación conductores muy mayores, con las facultades tan mermadas como la mecánica de su coche, carretera secundaria y la mínima inclemencia metereológica, según las estadística de la DGT hablamos de un aspirante a cadáver y un coche que se bajará de la grúa en el desguace irreconocible. Lo siento si no gusta lo que digo, pero es lo que hay. Hay que dejar en manos de la gente adecuada lo de preservar la herencia automovilística, y hay otros coches que literalmente sobran en las carreteras, incluyendo las del pueblo de los abuelos.
¿Es una barbaridad restringir la venta de modelos de más de 15 años? Como dicen los autores del estudio, no penaliza al que quiere mantener su coche, pero evita que caigan en mano de quien necesita un coche baratísimo y que seguramente no dispone de los recursos para mantenerlo como es debido. A todos los coches les empiezan a salir historias con los años y los kilómetros, así que es algo inevitable… o se aguanta el coche dependiendo más de la suerte que de otra cosa.
Podemos abrir otro debate sobre el derecho a la movilidad de quien se compra un coche que vale menos de 1.000 euros, si deberían estar yendo en un ciclomotor (sector deprimido donde los haya), en transporte público o viviendo más cerca de su trabajo bajo la denostada figura del alquiler. Pero no quiero abrir esa caja en este momento.
Una de las medidas que quiso impulsar la DGT de María Seguí era la de aumentar el control sobre los coches y su historial de mantenimiento, metiendo a los coches en el sistema de reparadores profesionales y expulsando a los demás, incluyendo a los que se hacen el mantenimiento por su cuenta. Lo siento, pero salvo que hablemos de mecánicos profesionales, considero que cambiar aceite y filtros no es hacer un mantenimiento correcto, es un mantenimiento imprescindible. Un mecánico profesional se dará cuenta de muchas más cosas que cualquier aficionado. Desde ese punto de vista, fue una de las cosas que la anterior DGT estaba haciendo mejor.
Eso no quita que discrepe sobre las formas, no hay que perseguir al dueño de un coche viejo (y no lo digo solo por serlo), solo hay que perseguir al que tiene en circulación un coche que no debería circular. El mundo de las ITV necesita una auditoría profunda para sacar del sistema a todas las estaciones que dan aprobados a quienes deberían suspender, ya sea por clientelismo, amiguismo, falta de celo en su labor, sobornos o cualquier otro motivo. No tenemos precisamente un problema de falta de ITV, se puede hacer limpieza.
Si lo que realmente preocupa a la administración es la seguridad vial, debería facilitar las cosas a quienes contribuyen, y poner las cosas difíciles a quien la empeora por sus acciones u omisiones. No hay que llegar al extremo de obligar a los dueños de coches antiguos a tenerlos perfectos, con matrícula histórica (H BBx…), y en estado de concurso. Por cierto, quienes tienen coches con tan alta consideración, son los que mejor los cuidan.
Por contra, tenemos a gente de muy escasos recursos económicos, que pone todos los días en riesgo su vida y la de los demás con chatarras baratas. Hay que analizar la problemática a fondo y ver de qué manera se puede compatibilizar el derecho a la movilidad con el derecho a la salud de los demás (incluyendo contaminación y siniestralidad). Quizás hay que empezar por enseñarle a la gente a baremar de forma más correcta qué es un coche en buen estado y qué es una tumba móvil.
Me parece estupendo que haya empresas que tengan intereses legítimos en alquilar más coches o aumentar las ventas de neumáticos, pero que no sea fruto del consumismo, sino de una elección más racional. Que la gente sea consciente del riesgo que corre, esté informada, y en consecuencia, tome una decisión correcta. Eso sería lo justo con nuestros mayores.
