SEAT Ronda

El nacimiento del Ronda

En 1979 se firmó un preacuerdo para que Fiat adquiriera SEAT en 1980, pero Fiat decidió no seguir adelante con el acuerdo, y fue entonces cuando Juan Miguel de Antoñanzas (director de SEAT), sabedor de que perdían su socio tecnológico y empeñado en la supervivencia de la marca española, encargó a su departamento técnico el desarrollo de modelos nuevos, imprescindibles para el futuro de la marca.

Por otro lado, cuando Fiat abandonó SEAT, no quería que la marca española pudiera exportar modelos con estética Fiat, que podrían haberle hecho la competencia fuera de España, y por eso, uno de los términos del acuerdo detallaba que: «en el supuesto de que SEAT proceda a reestilizar los modelos Ritmo, 127 y 131 mediante restyling de su carrocería, utilizando los grupos mecánicos de los actuales modelos objeto de licencia Fiat Auto, el citado restyling se referirá no solamente a elementos de acabado interno y externo, sino también a elementos significativos de panelería externa».


SEAT Ronda

Eso significaba que SEAT sí podía diseñar y comercializar en todo el mundo coches basados en tecnología Fiat, aunque el acuerdo obligaba a que tuvieran una estética lo suficientemente diferenciada de los modelos de Fiat… SEAT decidió entonces desarrollar tres nuevos coches, que se basarían en la plataforma del Ritmo, que por entonces era el modelo más moderno de la gama. Los tres nuevos modelos basados que compartirían plataforma tenían los nombres en clave S1, S2, y S3, y más adelante serian llamados Ibiza, Ronda y Málaga.

No había mucho dinero ni tiempo para lanzar el primer modelo, y es que SEAT tenía prisa por crear su propia gama y así poder exportar, y por eso se decidió re-estilizar el todavía moderno Ritmo. El diseño exterior se encargó a Rayton Fissore, siendo Tom Tjaarda el responsable de su diseño, mientras que del rediseño interior se encargó la propia SEAT. El resultado no fue únicamente estético, el coeficiente aerodiámico (Cx) bajó de 0,38.


Entre la mejor aerodinámica y la quinta marcha de serie en toda la gama, SEAT presumió de que bajaba el consumo [respecto al Ritmo]

SEAT Ronda

El Ronda se puso a la venta en 1982, tan solo cuatro años después de que el Fiat Ritmo apareciera, y aunque su diseño no era demasiado novedoso, sí que resultaba atractivo y coherente, resultando una evolución lógica del diseño del Ritmo. De hecho, el rediseño que Giugiaro estaba preparando para el Fiat Ritmo era muy parecido al del Ronda, por lo que Fiat se vio obligada a modificar el restyling del Nuova Ritmo, adoptando un frontal diferente, pero fuera de la moda de la época, y de alguna forma, menos natural y coherente, lo que a la postre perjudicó a las ventas del Nuova Ritmo.

La demanda de Fiat

Fiat puso una demanda contra SEAT en la Cámara Internacional de Comercio de París en noviembre de 1982, alegando que el Ronda se parecía demasiado al Nuova Ritmo, lo que -según Fiat- incumplía lo pactado. Lo que Fiat pretendía era que se prohibiera la exportación del Ronda, acusando además a SEAT de vender recambios “piratas” de Fiat en sus concesionarios europeos…

El juicio duró dos semanas, y el tribunal acabó viajando a Barcelona para comparar en directo los dos coches. Alguien en SEAT estuvo inspirado, y preparó el famoso Ronda negro con las partes que lo diferenciaban del Ritmo pintadas en amarillo, (una jugada maestra, que todavía se estudia en universidades y escuelas de negocios) y el tribunal desestimó la demanda de Fiat.


SEAT Ronda

La importante elección del nombre

Al Ronda le tocó el honor de estrenar el nuevo logo de SEAT, con la famosa “S” que -aunque retocada- todavía lucen los modelos de la marca, y también inauguró la tradición de la marca de bautizar sus coches con nombres de ciudades españolas, interrumpida por modelos como el Exeo. El bonito nombre le costó una demanda de Honda, que alegaba que la pronunciación de Ronda y Honda era similar en algunas lenguas, y Honda amenazó con retirar sus inversiones en España para la fabricación de motos…

Finalmente, la demanda se resolvió después de que incluso las embajadas española y japonesa tuvieran que negociar unas clausulas que limitaban el número de Rondas exportados, y una fecha límite para la jubilación del modelo español. En una de las fotos de prensa históricas que hemos recuperado del archivo, leemos este pie: «El SEAT Ronda constituye el primer paso en la afirmación de la empresa española como marca con personalidad y estilo propio. El Ronda se exportará en volúmenes importantes a diversos mercados mundiales.»

La unidad cinco millones de SEAT fue un Ronda, allá por 1983. Junto a él posa Juan Miguel de Antoñanzas

SEAT Ronda

La técnica

A nivel técnico, la primera generación del Ronda no aportaba cambios significativos sobre el Ritmo, conservando las motorizaciones, suspensiones y monocasco intactos. Las motorizaciones seguían siendo las de gasolina de 1.2, 1.4 y 1.6 y diésel 1.7, fabricada esta en España bajo licencia Fiat. Pero en 1984 apareció la segunda serie, que estrenaba motores propios, los Sigma “System Porsche” 1.2 de 62 CV, y 1.5 de 85 CV, que serían la base que motorizó la marca hasta entrados los noventa, aunque la versión de gasóleo seguía montando el motor 1.7 Fiat. Esta segunda serie también incluyó una serie limitada Crono 2.0 con el motor ya visto en los 131, de la que solo se fabricaron 200 unidades.


SEAT Ronda

El Ronda dejó de fabricarse en 1987, un año después de que Volkswagen comprara SEAT, y no tuvo sustituto hasta que en 1999 SEAT lanzó el León, de forma que los más pequeños biza II y Córdoba tuvieron que llenar el hueco dejado por el compacto. En total, se vendieron 177.738 Rondas, lo que no está nada mal dadas las circunstancias.

Yo era un adolescente en aquella época, y un enamorado del diseño del Fiat/SEAT Ritmo (especialmente del CLX en marrón metalizado, con sus detalles dorados, y tapicería marrón…) y me encantaba su fuerte personalidad, por lo que debo reconocer que cuando apareció el Ronda, me pareció un coche aburrido, y una marcha atrás en materia de estilo. Mi opinión cambió un poco cuando apareció el Ronda Crono, con sus llantas molonas, su cintura pintada en negro y su tapicería a cuadros de lo más Racing, y ahora que lo miro con perspectiva empiezo a apreciar su diseño limpio y honesto, lleno de coherencia.

Además, el coche representa las ganas de la gente de SEAT por salir adelante en momentos muy difíciles, las ganas de luchar para seguir adelante, y hay que reconocerle el papel de salvador que supuso para la marca española, para “nuestra” SEAT. Su descenciente, el León, está en la mitad de ciclo de vida de su segunda tercera generación, y acabamos de conocer su restyling. Las grandes historias siempre tienen un comienzo.

Vuelta extra: algunos anuncios de la época

Y para poner el broche de oro al artículo, una persecución de cine, cuando «el Torete» se da el piro en un SEAT Ritmo. Forma parte de la película «Los últimos golpes del Torete», un icono del género «kinki», que relata la vida de un delincuente juvenil en la Barcelona postfranquista:

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