Si quieres seguridad, coche grande ¿o no?

Fácil, en el mundo de la seguridad vial no hay siempre verdades absolutas

Una de esas verdades absolutas, o lo que muchos creen, es que siempre se va más seguro en un vehículo, y que cuanto más grande sea este, mejor. Perfecto, compremos todos cabezas tractoras de camión e iremos más seguros. Cuando las carreteras estén infestadas de cabezas tractoras y colisionen entre ellas, habremos vuelto al punto de partida. Por razonamiento análogo no caminamos por la calle con un chaleco antibalas, casco de kevlar, protección dental para boxeadores y esas cosas. Sí, es más seguro así, pero es más incómodo.


Hilo con una reflexión de Guille Alfonsín de hace meses, el cliente pide la máxima seguridad, pero no la quiere. Poca gente está dispuesta a circular -si fuese legal hacerlo- con jaula de seguridad, arnés de seis puntos, extintor, traje ignífugo… En cambio, tiende a comprar el coche más grande que puede convencido de que eso le dará una mayor seguridad.

Si quieres seguridad, coche grande ¿o no?

Que nadie te cuente trolas, un coche de competición es mucho más seguro que cualquier coche grande de «calle», pero es más incómodo y no tiene un diseño con el que presumir ante los demás; ah, y son carísimos

El artículo «¿Te crees más seguro conduciendo un SUV? Estás equivocado» levantó muchos comentarios, polvareda y salpicaduras de sangre dialécticas. Normal. Después de haberlo leído, sigue habiendo gente que considera que más carrocería da más protección, y no hay forma de bajarles de la burra. Su creencia solo es cierta parcialmente, como la de que un coche es más seguro que una bicicleta. ¡Depende del tipo de colisión y contra qué o quiénes!

He visto varios estudios del mercado estadounidense, donde la plaga de SUV, pick-up y todoterrenos es mucho más patente que en Europa. Allí la creencia del bigger is better es aún más grande. Esos datos nos sirven como anticipo de lo que puede pasar en Europa en pocos años.


Con datos en la mano, no con mi opinión, los coches grandes y voluminosos tienen ventaja en colisiones contra vehículos más ligeros y pequeños, sobre todo si no tienen diseñadas estructuras de colisión compatibles. Es decir, no es lo mismo diseñar un SUV para embestir a otro SUV, que diseñar un SUV para embestir a un turismo. Fabricantes como Volvo, que van mucho más allá de las pruebas NCAP, tienen en cuenta esas menudencias.

Si quieres seguridad, coche grande ¿o no?

Si no hay compatibilidad entre estructuras de deformación programada, el grueso de la hostia -perdón por la expresión- se la lleva el pez pequeño, pues la energía no se disipa de forma programada. Cuando sí hay compatibilidad y los coches son del mismo tipo, esa ventaja se pierde, y ahí entran en juego las masas superiores, que destruyen las carrocerías con más violencia, y aumentan los daños a los pasajeros. La fórmula de la energía cinética no engaña a nadie: a mayor masa más energía destructora, lo que se agrava cuadráticamente con la velocidad.

En otras palabras, un coche más grande no representa una ventaja absoluta, solo en determinado tipo de colisiones y contra coches más pequeños, no contra iguales

Afinaré el tiro. He visto un estudio publicado en Access Magazine, firmado por Tom Wenzel y Marc Ross, que son científicos reputados en Estados Unidos. Distinguieron el riesgo de los vehículos por sí mismos, y frente al riesgo que presentan por sí mismos y los demás. Los SUV demostraron ser prácticamente igual de seguros que categorías más ligeras por sí mismos, pero el riesgo combinado era superior.


En castellano, los coches grandes demuestran ser más peligrosos en conjunto para la seguridad vial colectiva, y no representan una ventaja muy significativa a nivel individual. Ese es el quid de la cuestión. Comprar un coche grande, si no se atiene a justificaciones de espacio, utilidad… -vamos, por capricho- es un acto de insolidaridad y psicopatía frente a los demás. Es el mismo razonamiento que utiliza quien pone defensas metálicas en el frontal: que el otro se joda.

Lo diré de otra forma, para que quede más claro. Si alguien se compra un coche más grande y pesado, sin necesitarlo, por la idea de que va a ir más seguro, no irá necesariamente más seguro, y puede provocar mayores daños a personas que son ajenas a su decisión. Afortunadamente los grandes se están volviendo más compatibles en caso de colisión, por lo que provocan menos daños a los pequeños respecto a generaciones previas.

Hasta el momento no he hablado de que los SUV y todoterrenos tienen peor dinámica, hablo de datos puros y duros

No hace falta ser un hacha en seguridad vial para distinguir las posibles consecuencias de ser atropellado por un coche con una altura mediana y uno de altura grande, sobre todo si hablamos de niños o personas más vulnerables. Creo que resulta muy pedagógico pensar en el efecto de que nuestro propio coche embista a una persona de las mismas características biomecánicas que un ser querido. Puede resultar muy violento, pero creo que es necesario.

En un país donde la media de tamaño de los vehículos es grande, modelos como el Kia Rio, Hyundai Accent o Ford Fiesta son más peligrosos para sus ocupantes, ¡nos ha jorobado! En un país donde proliferan los coches de tamaño medio, su peligrosidad es mucho menor. Rizando el rizo, si nos vamos a Japón, donde casi la mitad del mercado la representan coches de 3,4 metros de largo, son más seguros todavía.


Ahora, mi opinión. Comprar un coche más grande por la excusa de la seguridad es una mentira que se cuentan los compradores a ellos mismos. Resulta mucho más interesante tener un coche del tamaño correcto -ajustado a sus necesidades reales- e inflarlo a sistemas de seguridad como frenado automático, asistente de mantenimiento de carril o aviso de fatiga.

Como mi opinión no le vale a todo el mundo, le remito a un informe del Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), fechado el 28 de enero de 2016, que habla de la reducción de accidentes que ofrecen estos sistemas. Van dos ejemplos:

  • Los vehículos con frenado automático reducen en torno al 40% las colisiones por alcance respecto a modelos que no lo tienen
  • En modelos Honda con aviso de colisión frontal y aviso de abandono de carril se reducen un 10% los daños materiales, más del 20% los daños personales y otro tanto las indemnizaciones médicas. En el Accord con control de crucero por radar, las indemnizaciones se reducen casi un 30%

El conductor siempre puede equivocarse, y las ayudas a la conducción están para hacer de barrera y corregir esos errores. Yo mismo he comprobado, involuntariamente, que los sistemas de seguridad de última generación pueden corregir errores hasta en el conductor más experto. Que levante la mano quien, en 10 años, jamás ha pisado una línea de carretera sin querer, no ha tenido que pegar un frenazo por despistarse en una retención, o no le ha intervenido el ESP en una curva que conocía perfectamente.

Para mí, la conclusión es clara: menos gasto en coches que son más grandes de lo necesario, y más inversión en sistemas que previenen los accidentes; en Consumer Reports están de acuerdo conmigo. En otras palabras, es preferible invertir en seguridad activa (la que evita los accidentes) que en seguridad pasiva (la que reduce las consecuencias de los mismos una vez son inevitables). Es más, invertir en seguridad terciaria (actúa después del accidente) puede salvar la vida por minutos. Me refiero a sistemas como la llamada automática de emergencia o la geolocalización por GPS del coche.

Lo que decían nuestras abuelas: es mejor prevenir que curar

Si quieres seguridad, coche grande ¿o no?

Eso es invertir en seguridad, y no que una pareja sin hijos (y que pasa de tenerlos) se compre un coche de más de 4,5 metros y más de 1.800 kg para sentirse más segura. Mi alegato no va tanto en contra de los crossover (turismos disfrazados de SUV) sino a los SUV, los todoterreno, y grandes berlinas también. Si hablamos de una familia de cuatro o cinco miembros, que necesite su maletero grande y no le gusten los monovolumen, vale, lo puedo hasta entender.

El año que, discontinuamente, me dediqué a escribir un libro sobre seguridad vial, tuve que investigar mucho, documentarme y empaparme de sabiduría para hacer un trabajo decente. Profesionalmente no puedo justificar que nos pongamos todos armaduras para ir más seguros, primero porque es falso, segundo porque a nivel colectivo es una mala decisión. Sí insisto mucho en la conveniencia de pagar todos los extras de seguridad que sean posibles, porque con que una sola vez marquen la diferencia entre un accidente y un susto, se habrán amortizado de sobra.

En Estados Unidos la probabilidad de morir en accidente de tráfico -ajustada a la población- es muy superior a la de España, y su parque móvil está petado de coches grandes y con una edad media muy similar. Están ahí los datos para el que quiera verlos con espíritu crítico, y por sí mismo. ¿Tanto coche grande les protege mejor? No. Expertos de barra de bar hubo, hay y habrá, pero eso se puede contrarrestar con el poder de la información. Los datos son de la Organización Mundial de la Salud (OMS), deberían ser suficientemente legítimos para cualquier escéptico.

Finalizo con un recordatorio: cuanto más grande y pesado es un vehículo, más probabilidad tiene de salirse de la vía, más fácil es volcar, más distancia necesitará para frenar, consumirá más neumáticos, frenos y elementos de desgaste, transmitirá menos confianza al conductor en situaciones complicadas… ¿sigo? Eso sí, la sensación de ir más seguro, en línea recta o parado en un semáforo, eso no se lo quita nadie.

He puesto con toda la intención un video del Porsche Macan, uno de los SUV con mejor rendimiento dinámico del mercado. Podría haber puesto el del Jeep Cherokee, que en la prueba del alce salió muy mal parado, pero seguro que me acusarían de sectario. Bueno, da igual, me van a acusar de todas formas. Tampoco me ha dejado ninguna novia por un tío que tenía un SUV.

Y dicho todo esto, concluyo mi alegato.

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