Nació a pesar de todo
Con un diseño de otro planeta y el único coche con motor Ferrari que estaba en su elemento cubierto de barro y cruzándose en cada curva en el corazón de un bosque, a la base era un coche que no tenía que haber visto la luz. En 1970, Bertone llega al salón de Turín de 1970 con una nave espacial con ruedas (algo muy típico en los 70), el Lancia Stratos Zero. El coche había sido desarrollado para llamar la atención de Lancia, recientemente integrada al grupo Fiat. Bertone tenía la esperanza de así conseguir nuevos contratos para su fábrica por parte de Lancia que necesitaba relanzar la marca.
El prototipo diseñado por Gandini y con motor de Lancia Fulvia, llamó la atención del director deportivo de Lancia, Cesare Fioro. El Zero le dio la idea de un coche de motor central para correr en rallies y creado expresamente para ello. Hasta entonces, a nadie se le había ocurrido algo similar. Sin embargo, en Fiat no estaban interesados. Es cuando entra en escena Nuccio Bertone y la famosa anécdota de su llegada a una reunión de los dirigentes de Fiat sin que le hubiesen invitado. De hecho, cuentan que pasó con el prototipo del Stratos por debajo de la barrera y consiguió así llegar a la reunión. Finalmente, Fiat accede a financiar el Stratos HF, que recibiría motores V6 Dino. Y es que Ferrari abandonaba Dino y se quedaba con un stock de motores al que no le encontraban salida.
Si no fuese por la obstinación de Nuccio Bertone, el Lancia Stratos nunca habría salido al mercado
En 1971, en el salón de Turín, el lancia stratos hf Prototipo (todavía no es funcional) es presentado en un color naranja chillón muy típico de la época. Ahí ya causó sensación por su diseño. Menos espectacular que el del Stratos Zero, seguía siendo un nave espacial. Basta con ver qué otros coches se presentaron en 1971: Fiat 127, Renault 17, Mercedes SL (el que más tarde recibiría en España el apodo de Channing), Opel rekord D, Ferrari 365 GTC/4 y el Alpine A310, por poner unos ejemplos variados. Todos ellos parecen tener medio siglo de retraso cuando están al lado del Stratos.
En 1972, se presentó el modelo definitivo y los cambios con respecto al prototipo de 1971 son mínimos. El parabrisas envolvente, que prácticamente te deja ver cuando tienes el coche cruzado, y su forma en cuña con cortos voladizos siguen presentes. El motor es el V6 Dino de 192 CV, en versión de calle, asociado a un cambio manual de 5 marchas y con la ayuda de un autoblocante ZF. Esta configuración de serie «stradale» le permitía un 0 a 100 km/h en 6,8 segundos.
Con un pasado en competición tan rico y completo, desde los rallies (3 títulos mundiales de rallies en 1974, 1975 y 1976) hasta los circuitos en Grupo 5, hoy en día los Lancia Stratos HF Stradale son una auténtica rareza. Y de los pocos que quedan, muchos tuvieron que ser objetos de una restauración parcial o completa.
Las raras versiones Stradale
El Stratos de calle era un modelo difícil de vender, especialmente en verde, para un concesionario Lancia. La producción cesó oficialmente en 1975, pero como las ventas siempre fueron débiles muchos concesionarios se quedaban los coches hasta principios de los años 80. De todos modos, pocos coches se quedaban de serie, muchos eran preparados para competición. Y los que no, eran a menudo modificados por los concesionarios o los propietarios. Y es que la calidad de fabricación, según cuentan expertos, como Hrabalek, era pésima. «La calidad de fabricación variaba mucho de un coche a otro. Una vez que Bertone había finalizado las carrocerías, Lancia se encargaba de la fabricación, pero subcontrataba a menudo ese proceso. Los ajustes de paneles varían en función de quien los montó y de la hora del día en que lo hizo», explicaba en una entrevista a Classics & Spors Cars. Para colmo, al parecer, cuando llueve el agua entra en el habitáculo, echando a perder la tapicería de los asientos.
A pesar de todo esto, uno de los pocos Stratos HF Stradale de serie que quedan saldrá a subasta este fin de semana en Italia, en la venta organizada por RM Auctions Sotheby’s en Villa Erba. Se trata del Stratos 829ARO 001571 (aunque tan sólo se fabricasen 492 de forma oficial).
Las versiones Stradale intactas del Stratos son las más raras de todas, se calcula que no quedan más de 5 en el mundo
El Stratos HF «1571» no fue originalmente vendido, se lo quedó Lancia para una ulterior transformación en coche de competición. Finalmente, no lo usaron y se lo vendieron a un concesionario del norte de Italia (que hoy ya no tiene marcas del grupo Fiat) Beretta Automobili. El coche se quedó en esta empresa familiar, fundada en 1960 por dos hermanos, hasta mediados de la década de los 90. El actual dueño les compró entonces el coche. Consciente de lo único que resulta el coche, lo saca a subasta sin restaurar (aunque los arneses Toora no son de época, obviamente).
Hoy, el mayor coleccionista de Stratos (posee un Stratos Grupo 5 y el Stratos Prototipo naranja de 1971, entre otros), Chris Hrabalek, vive en Berlín. Y curiosamente también tiene Stratos HF Stradale muy similar a la que sale a la venta este fin de semana. No solamente la configuración es idéntica (verde pistacchio con interior beige), la historia del coche también tiene ciertas similitudes. Estuvo en el patio trasero de un concesionario suizo hasta 1980 cuando un coleccionista asutriaco, Thomas Popper lo compró y se lo vendió a Hrabalek en 1996 por -agarraos los machos- unos 30.000 euros. Pero sin duda lo más curioso es que Hrabalek posee la unidad número 829ARO 001572. Y pensar que la unidad que RM sacará a subasta debería alcanzar sin dificultad los 450.000 euros…
El pizzero más rápido de Berlín
Es curioso como se combinan los elementos, a veces. Sabía desde hace semanas que este Lancia Stratos saldría a la venta. Sin embargo, no me percate del parecido entre las dos unidades si no fuese por el anuncio del canal de televisión Canal Vie (un canal de reality shows de Québec) y su Lamborghini Gallardo tirando de un remolque lleno de todo lo necesario para la reforma de una casa. Ahí me acordé de la historia del pizzero berlinés y de su Lancia Stratos verde, idéntico al del Hrabalek. Su historia es muy peculiar y es típica de la pasión llevada al extremo.
«Entregaba las pizzas al volante del Lancia. Las guardaba en el compartimiento encima de los escapes para mantenerlas calientes»
En los años 70, un Stratos «verde pistacchio» circulaba habitualmente por las grandes avenidas de la capital y los puentes sobre el río Spree. Un italiano llamado Armando tenía una pizzería en Schoenberg que le funcionaba bastante bien y con sus ahorros se compró un Stratos. “Fue uno de los primeros en ser vendidos”, comenta Mauro Capuozzo, quien regente un taller especializado en coches italianos en el famoso centro Classic Remise. “Le encantaba conducir su Stratos e incluso entregaba las pizzas al volante del Lancia. Las guardaba en el compartimiento encima de los escapes para mantenerlas calientes”. Ver un Stratos en acción es y era algo muy especial, ya sea en rally o en la calle, y sin duda ver esta cosa verde callejear entre los taxis beige y tranvías de la capital dividida debía ser como ver una nave alienígena. Armando, incluso lo equipo con cadenas para la nieve para poder seguir utilizándolo en invierno, pues era su único coche. Trágicamente, el Stratos se vio involucrado en un accidente en la esquina de Potsdammer Strasse con Buelowstrasse. Sin protección lateral de ningún tipo, el pobre Armando no tuvo ninguna oportunidad y falleció en el accidente. El Lancia fue posteriormente desguazado, pero su popular pizzería sigue funcionando.
Fotos: Tom Wood ©2015 Courtesy of RM Sotheby’s
