¿Qué futuro le espera al Lexus CT 200h?

¿Mucho o poco? Considerando que el Audi A3 está liderando con casi 200.000 unidades al año, la Serie 1 de BMW ronda las 130.000 unidades, y la Clase A de Mercedes-Benz está en las 120.000 unidades, el resultado es un chiste. Hasta el Alfa Romeo Giulietta se vende cuatro veces más, y no lo digo porque sea mal coche, sino por la injusta mala fama que acarrea el italiano, como si en cada esquina hubiese un Giulietta llamando a la grúa.


¿Por qué el Lexus CT 200h se ha quedado con un pedacito tan lastimoso del mercado Premium? Pues creo que algunos factores están en su contra. Para empezar, en Europa el segmento C está fuertemente dieselizado, y el CT nunca se pensó para tener un petrolero. Por otro lado, los consumos reales del CT 200h no son tan impresionantes respecto a un A3 2.0 TDI, un 118d o un A 200 CDI. Lo de que cuesta menos dinero mantenerlo y es más fiable, no parece entrar en la mentalidad colectiva. Bueno, habría que matizar… sus rivales «reales» son los A3 1.6 TDI, 116d y A 180 CDI, con menos potencia, pero de prestaciones muy parejas. Motorizaciones de acceso, vaya…

Solo se ha ofrecido una versión, existía el riesgo de canibalizar ventas al IS con cosas como «CT 300h» (y era denominación registrada)

Este coche ha arriesgado en diseño en un segmento donde no siempre arriesgar sale bien, caso del Lancia Delta (el único que se vende peor), pero también puede salir bien: PSA vende casi dos DS 4 por cada CT 200h. Estamos hablando de un compacto con suspensión de compacto generalista, ventanillas traseras fijas y otras soluciones extrañas en un mercado donde siempre ganan los alemanes. Pero tiene su nicho.


¿Qué futuro le espera al Lexus CT 200h?

Para hacerlo más Premium, Lexus puso una suspensión trasera independiente que hace al CT 200h un compacto muy noble y aplomado, pero que quita espacio en el maletero. De hecho, es uno de sus puntos débiles, 275 litros sin contar el doble fondo, o 375 litros con formas irregulares y poco aprovechables. Las plazas traseras tampoco es que despunten en capacidad. Y no es que guste mucho a la juventud, ¿cuántos CT 200h habéis visto con un menor de 35 años al volante? Seguro que menos que los que tienen A3, Serie 1 o Clase A.

Tampoco ayudó el posicionamiento en precios, inicialmente se les fue mucho la olla. El «básico» costaba 28.850 euros, el intermedio 29.950 y el «pata negra» 35.000 pavos, eso en España. Ni rebajándolo después casi 5.000 euros se logró el efecto buscado. A ver, que es muy buen coche, pero por 30.000 euros uno se puede llevar un segmento D en condiciones y bien motorizado, aunque eso últimamente ya no es tan cierto. Ahora hay quien vende por ese precio un tricilíndrico vibrón, y esta vez no quiero mirar a nadie.

El equipamiento, muy cerrado y sin apenas opcionales, así no se puede pelear en condiciones con quien puede duplicar el precio del coche a base de extras

El ciclo de vida de este modelo viene a terminar en 2018, ¿y después, qué?


Si Lexus quiere ser una marca notoria en Europa, tiene que dominar el segmento de los compactos. Perdón, cuando dije dominar, quería decir «ser relevante», y ser una marca que no puede faltar en ninguna quiniela. Necesita un sustituto, es bueno, pero tiene que ser mejor. Partiendo de la plataforma TNGA, con más espacio, un diseño más atractivo y la eficiencia del nuevo Prius, ganaría enteros. Pero igual la solución va por elevarle la carrocería unos centímetros, que es lo que le «pone» al cliente europeo. El NX se vende mucho mejor y es bastante más caro, y es también más fácil de ver por la calle. Puede que acabemos viendo un Lexus CX, o como se llame, y que deje de pelear con los compactos «tradicionales», en Autocar lo dan por sentado, pero no opino igual.

A veces no basta con tener un buen coche para vender bien. Es un buen ejemplo.

Añade un comentario de ¿Qué futuro le espera al Lexus CT 200h?
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.