Mercedes-Benz Clase A, lavado de cara para seguir vendiendo como churros

Con todo eso sobre la mesa, el Clase A renueva su oferta con sutiles cambios que le sientan bien, aunque a mi, a título personal, me siga fallando en alguna cuestión estética (no puedo con semejante voladizo y cabezón delantero respecto al corto trasero). Para gustos, ya sabéis, los colores.

El frontal recibe, en opción, faros con tecnología LED para todas sus funciones, al tiempo que los paragolpes se renuevan, siendo más ¿poligonales? ¿verticales en las formas de sus tomas de aire? No sabría describirlo, así que debajo de estas líneas tienes una comparación del antes (izquierda) y el después (derecha).


Como puedes observar, cambia la grafía de los faros, la toma de aire central del paragolpes es ahora «completa», en lugar de tener el elemento inferior como «flotante», y las tomas de aire falsas de los laterales que integraban las antinieblas desaparecen para dejar paso a unas finas tiras negras verticales, que también tienen toda la pinta de ser falsas (aunque aerodinámicamente bien dirigidas bien podrían haber servido para hacer una cortina de aire con la que apantallar las llantas delanteras y mejorar el Cx).

La calandra de todas las versiones, al menos de las que se ofrecen en las fotografías oficiales de Mercedes-Benz, pasa a ser la que integraba el acabado Sport en exclusiva hasta ahora, eliminando de la oferta la más simplona de dos lamas horizontales.

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En la vista lateral no encontramos cambio alguno, más allá de los nuevos juegos de llantas, mientras que el tres cuartos trasero recibe la visita de un nuevo paragolpes con las colas de escape integradas y nuevos pilotos posteriores con luz de posición conformada por tubos de luz alimentados por LED que quedan realmente bien.


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El kit de carrocería especial deportivo estilo AMG sí que cambia más, con unas tomas de aire en el frontal más orgánicas y armónicas (aunque las laterales sigan siendo falsas y cantando demasiado por el exceso), mientras que las faldillas laterales y las llantas se enmarcan tal vez algo mejor.

¿Cambios suficientes? Habida cuenta de cómo está funcionando el modelo en el mercado, y teniendo también en conocimiento que sólo han pasado tres años desde su llegada al mercado, no cabe duda que afrontar más cambios habría sido totalmente innecesario, y me atrevería a decir que hasta peligroso.

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El acabado deportivo de carrocería está mejor compensado que antes, aunque las tomas laterales del frontal sigan siendo ciegas

A nivel de habitáculo, se estrena una nueva pantalla de ocho pulgadas, más grande que antes, y un nuevo sistema de infoentretenimiento que incluye CarPlay de Apple y MirrorLink, a fin de permitir una mejor integración de teléfonos inteligentes en el coche, permitiendo emplear aplicaciones y otros servicios de manera más eficaz. El cuadro de relojes ha cambiado para pasar a ser el del GLA.

Además, hay nuevos acabados, nuevas opciones en la tapicería, y nueva iluminación ambiental disponible, para terminar de apuntalar la oferta del Clase A.

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La gama de motorizaciones se actualiza, tanto en rendimiento como en sistema de denominaciones. Hay ocho versiones de gasolina y cinco diésel. Novedades absolutas son el nuevo 160 de gasolina con 102 caballos, al tiempo que el 250 Sport recibe una inyección de potencia respecto al A250 «normal», a base de siete caballos extra que lo llevan hasta los 218 caballos (el A250 se queda con los mismos 211 que ya tenía antes).


Aparece, entre los diésel, el A180 Blue Efficiency Edition, o BEE, que ofrece un consumo medio homologado de sólo 3,5 litros cada 100 kilómetros, 109 caballos de potencia.

Los asientos, por cierto, son nuevos, y ahora integran banqueta con regulación de longitud, al tiempo que también se integra un nuevo sistema de selección de perfil de conducción, para optar por diversas programaciones de asistencia de la dirección, cuán directo es el pedal de acelerador, programaciones distintas para el cambio automático y también para la suspensión.


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Y si nos vamos al otro extremo de la gama, conocemos la actualización del A45 AMG. Sigue sin llamarse Mercedes-AMG A45 (parece que eso se reserva para la próxima generación del modelo), y mantiene por tanto su nombre de Mercedes-Benz A45 AMG. Donde si cambia, a mejor, es en sus características técnicas. Suma 21 caballos extra a su cuatro cilindros de dos litros de cilindrada, para llegar a los 381, repartidos magistralmente por el conocido sistema de tracción integral que, opcionalmente, puede contar con diferencial autoblocante mecánico en el eje frontal.

Con ese autoblocante instalado, el coche hace ahora el 0 a 100 en 4,2 segundos, convirtiéndolo en el compacto de segmento C más rápido en lograr dicha cifra (el RS3 lo hace en 4,3 segundos, lo que sólo le da una décima de ventaja). Aerodinámicamente, el coche muestra nuevos aditamientos en los paragolpes, y Mercedes asegura haber retocado la programación electrónica del sistema de tracción integral, y también la geometría y tarados de la suspensión.

La nueva generación del modelo, que además incluye una variante conmemorativa de los éxitos deportivos del equipo de Fórmula 1 de Mercedes-Benz (Motorsport Edition, con bordados y elementos decorativos), estará disponible para ser encargada a partir del 3 de julio, en cuestión de cinco días, vamos, y no se esperan grandes cambios en cuanto a la tarifa de precios para versiones equivalentes, aunque la llegada del A160 debería permitir contar con un peldaño de acceso a gama sobre los 23.000 ó 24.000€, que hasta ahora no se tenía.

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