Conservatorio Citroën, un lugar para la historia del automóvil

En definitiva, en este espacio se encuentra la mayor colección internacional de vehículos Citroën y el mayor centro documental de la marca en el mundo. El Conservatorio Citroën se encuentra en las afueras de París.

Conservatorio Citroën, un lugar para la historia del automóvil

Citroën, una marca diferente

Dentro de las marcas generalistas del viejo continente, Citroën me ha parecido siempre la más friki (lo digo con respeto y el cariño de quien ha tenido, y disfrutado, varios modelos la marca). El planteamiento de sus coches siempre ha sido original y un tanto al margen del resto de fabricantes, tanto en su andadura en solitario desde su fundación, hasta la integración en 1976 en el Grupo PSA. Desde el 2CV, pasando por el Méhari y terminando en el C4 Cactus, Citroën ha roto siempre moldes. Pueden gustar o no, pero no dejan indiferente a nadie. El eslogan actual: «Be Different, Feel Good», le viene como anillo al dedo.


Organización del Conservatorio Citroën

Para facilidad del visitante, el ingente número de piezas está organizado en una serie de grupos que permiten seguir la evolución de la marca a través de la historia.

Antes de la II Guerra Mundial

El primero de ellos está dedicado a los modelos previos a la Segunda Guerra Mundial. Aquí se encuentran joyas de la talla del Tipo A de 1919 –primer vehículo Citroën– equipado con un motor de cuatro cilindros de 1.323 cc, capaz de alcanzar los 65 km/h. La publicidad con la se que anunciaba el coche es tan diferente a la de ahora…

En este mismo grupo se encuentra el Citroën B10, presentado en París en 1924, el primer coche de la marca equipado con carrocería fabricada íntegramente en acero (hasta entonces eran mixtas de madera y chapa de acero).


De 1928, que no de 2004, está el Citroën C4, presentado en el Mondial de l’automobile de Paris en octubre de ese mismo año. De este modelo se fabricaron 121.000 ejemplares entre 1928 y 1930. Llama la atención algunas coincidencias entre abuelo y nieto que, a primera vista, pueden ser difíciles de imaginar: la cilindrada del C4 de 1928 era de 1.628 cc, y el moderno tiene, entre otros, motores 1.6 de gasolina y diésel. En cuanto a tamaño, la longitud del primer C4 de la historia era de 4,18 m, frente a los 4,2 m del modelo más moderno. En el peso en vacío tampoco hay grandes diferencias: de 1.175 a 1.245 kg para el C4 de 1928 y de 1.181 a 1.416 kg para el modelo moderno, aunque claro, de este último se han producido 2.300.100 ejemplares.

Además del C4 del año en que se descubrió la penicilina, se encuentra también el C6 que, presentado en el mismo evento, fue el primer Citroën con un motor de seis cilindros (en este caso en linea, de 2.442 cc, capaz de lanzar este modelo de 1.400 kg a 105 km/h).

Como representante de la década de los 30, en este mismo grupo se encuentra el Citroën Rosalie, un lujoso y elegante modelo construido entre 1932 y 1938. Cierra esta lista de nobles veteranos el Citroën Traction Avant, conocido en España y Argentina como Citroën 11 u 11 ligero, construido entre 1934 y 1957. Los diseñadores de este modelo, André Lefèbvre y Flamino Bertoni, lo fueron también del mítico 2CV.

Vehículos de posguerra

El siguiente grupo del Conservatorio Citroën está dedicado a los vehículos de posguerra, donde destacan por mérito propio los Citroën 2CV y GS. Qué decir del 2CV, ¿verdad? El espartano y simpático utilitario, compacto y polivalente (y lo de polivalente va mucho más allá del significado que tiene para el fabricante), se lanzó el 7 de octubre de 1948 –aunque se concibió antes del final de la contienda– y se fabricó hasta el 27 de junio de 1990. Casi 5.115.000 unidades producidas, las primeras con un motor de 375 cc. El padre del proyecto, Pierre Boulanger, concibió el coche como “un vehículo que pueda transportar a cuatro personas y 50 kg de patatas, a la velocidad de 60 km/h, con un consumo de 3 litros de gasolina cada 100 km con un confort irreprochable…”


El Citroën GS fue presentado en el Salón de París de 1970. Su carrocería se mantuvo durante años como la más aerodinámica del mercado mundial. El motor del Citroën GS es un cuatro cilindros opuestos refrigerado por aire. Este modelo cuenta con la suspensión hidroneumática tan característica de la marca.

Vehículos comerciales

Citroën no solo ha fabricado turismos para uso particular, también ha producido furgonetas, furgones y camiones. Tal vez la pieza más exclusiva del Conservatorio Citroën de este grupo sea el Tipo H, el furgón construido en chapa con nervaduras, convertido en icono del fenómeno “Food Truck”. Lanzado en 1947, ha recorrido las calles de toda Europa durante sus 35 años de vida comercial. Decía que la pieza es exclusiva porque el que se exhibe es el último ejemplar fabricado.

Deporte y aventura

Hay un grupo dedicado a la aventura, donde se muestran los vehículos participantes en el Crucero Negro y el Crucero Amarillo. El primero fue un viaje por todo el continente africano, de norte a sur, desde Colomb-Béchar (Argelia), hasta Ciudad del Cabo (Sudáfrica), realizado entre el 28 de octubre de 1924 y el 26 de junio de 1925. En cuanto al segundo, el desafío fue cruzar el continente asiático desde Beirut (Líbano), hasta Pekin (China) con vehículos C4 Autocadena. Esta última aventura se inició el 4 de abril de 1931.

El deporte está representado por el Citroën ZX Rally-Raid, un prototipo de más de 300 CV, equipado con un motor de cuatro cilindros (2.499 cc), turboalimentado, participante en el París-Moscú-Pekín de 1992.


Insólitos

A más de uno le puede sorprender, pero Citroën ha fabricado también tractores, como el Tipo J y hasta un helicóptero biplaza, desarrollado por la marca en los años 70 como alternativa a los atascos. Estas piezas tan poco conocidas se pueden ver en este Conservatorio también.

Conservatorio Citroën, un lugar para la historia del automóvil

Presente y Futuro

La más rabiosa actualidad de la marca está presente también, protagonizada por el C4 Cactus, una prueba más de la originalidad de la que Citroën ha hecho gala a lo largo de su historia. Junto a tan singular concepto de automóvil tenemos también el E-Mehari, la versión 100% eléctrica que hace un guiño a otro mito de la marca: el Méhari, un original y peculiar todocamino y todo uso, hecho de plástico, nacido en mayo del 68, como la más famosa revuelta estudiantil y mayor huelga en Francia de toda su historia.

Siendo como es la historia de Citroën tan larga y prolífica, unido al elevado número de piezas que alberga este conservatorio, podéis imaginar la cantidad de modelos míticos que han quedado en el tintero, pero este artículo sólo quiere llamar la atención sobre la existencia de este centro de conservación. Así que ya sabéis, si visitáis París en un futuro, además de la Torre Eiffel, los Campos Elíseos, el Museo del Louvre, la catedral de Notre Dame, el Arco del Triunfo y el barrio Montmartre, anotad en vuestra agenda una visita al Conservatorio de Citroën.

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