Con la lección conocida, SEAT ha decidido volver a dar importancia a un Salón del Automóvil de Barcelona donde, desgraciadamente, todas las marcas se han girado ya hacia lo comercial, hacia vender y enseñar coches a cliente final, y donde la única novedad global ha sido la presentación del lavado de cara del exitoso Ibiza.
Lavado de cara que llega justo a tiempo para dinamizar las ventas de este segmento B. Y, como ya ocurriera meses atrás con el lavado de cara del Polo, no ha habido grandes sopresas.
El exterior del coche, como ya anticiparon las fotos espía que logramos en medio de Barcelona, nos dejan con un coche prácticamente idéntico al que ya teníamos, con modificaciones de detalle. Los grupos ópticos delanteros integran nuevas luces de conducción diurna con tencología LED. Los pilotos traseros cambian ligerísimamente, se agregan nuevas mallas a las tomas de aire, y se estrenan nuevos colores.
Las grandes novedades están en el habitáculo, donde se estrena un nuevo sistema de infoentretenimiento táctil, que incluye «MirrorLink», para permitir ver aplicaciones de tu teléfono móvil en el salpicadero del coche, algo que realmente es muy demandado en el cliente tipo actual del segmento B. La pantalla táctil alcanza las 6,5 pulgadas, en función de la versión, y servirá para curar uno de los puntos más «flojos» del actual Ibiza, que llevaba con su sistema de radio e infoentretenimiento sin cambios desde… desde 2008 nada menos (aunque lo complementaba con navegadores TomTom con un soporte específico en el salpicadero).
El mando de la climatización también se actualiza, aunque sigue siendo monozona. Hay un nuevo volante multifunción, y llegan en tropel nuevos sistemas de ayuda a la conducción, tales como el detector de fatiga de conducción. Hay un sistema de frenado automático «multicolisión» para prevenir heridas en impactos múltiples por alcance, pero no llega el frenado automático anti-atropellos o colisiones en ciudad, ni la asistencia para el mantenimiento de carril.
A nivel de chasis, SEAT estrena amortiguación activa y nuevos tarados para el Ibiza, y ofrece como opcional el sistema de «perfiles» de conducción, para poder contar un una amortiguación blandita, una dirección muy asistida y un acelerador progresivo en un programa confort, o radicalizarlo todo en el programa dinámico.
En cuanto a propulsores y gama, desaparece, como era de esperar, el Cupra. Las necesidades actuales de homologación ya me habían hecho contarte cómo el 1,4 TFSI de 180 caballos del Ibiza más deportivo no podría seguir vendiéndose más allá del próximo mes de septiembre. SEAT ha actualizado toda la gama de motorizaciones para adecuarla a Euro6.
Por lo pronto hay tres escalones básicos en motores de gasolina de un litro y tres cilindros, el atmosférico de 75 caballos, y dos sobrealimentados de 95 y 110 caballos. Habrá tres motores diésel, un tricilíndrico de 75 caballos (1,4 litros y consumo medio de 3,4 litros) y otros dos de cuatro cilindros con 95 y 105 caballos.
El tope de gama será, al menos por el momento, el FR, que mantiene el 1,4 TFSI, ahora con desactivado inteligente de dos cilindros en función de las necesidades, y que ofrece 150 caballos a las ruedas delanteras. ¿Habrá un nuevo Ibiza Cupra? El hecho de que al Ibiza actual le queden dos temporadas por cubrir nos hace dudar de ello. ¿Gastará dinero SEAT en invertir en un Cupra con una nueva mecánica?
Volkswagen ya demostró que se puede hacer, con el Polo GTI de 1,8 litros sobrealimentado, pero estará por ver si esa mecánica acaba llegando a un Ibiza Cupra, y se presenta en el Salón de Frankfurt del próximo mes de septiembre.
