La magia de Singer con los Porsche 911 clásicos

El punto de partida es un Porsche 911 964 (1990-1994), aunque el aspecto final es muy parecido a los Porsche de los años 70

Una vez que el coche entra en el taller comienza un proceso de miles de horas de trabajo. El 964 se desmonta por completo hasta quedar el monocasco desnudo. Después se le aplica un tratamiento anticorrosión y se refuerza para asimilar la potencia de su nuevo motor. El siguiente paso es sustituir la mayoría de los paneles de la carrocería (techo, aletas ensanchadas, paragolpes, etc.) por otros de fibra de carbono. Aquí la factura empieza a coger el peso que va perdiendo el coche. Por supuesto todos los sistemas eléctricos, tapizados, interiores… son nuevos.


El sistema de frenos lo hereda del 993 Turbo y en cuanto a motores Singer nos da tres opciones, estas son: un 3.6 de 270 CV, un 3.8 de 360 CV y el recientemente introducido 4.0 de 390 CV. Todos ellos son motores de seis cilindros bóxer refrigerados por aire, fabricados por la compañía californiana Ed Pink Racing Engines y puestos a punto por Cosworth. La opciones que ofrece Singer para el cambio son dos, manuales por supuesto; un Getrag G50 de cinco marchas y un Getrag G50/LSD de seis. La suspensión la firma Ohlins y está especialmente puesta a punto por la marca para este modelo.

Como es de imaginar, cada modelo es único, ya que se realizan por encargo con las especificaciones técnicas y requerimientos personales de cada cliente, como correspone a un negocio cuya naturaleza es la de ofrecer productos únicos. Los clientes de Singer no son de los que tienen miedo a la factura final, por lo que cuando encargan un modelo tienden a exigir hasta la última de las opciones que ofrece la casa. Lo que haríamos todos, ¿verdad? Estoy seguro que cualquiera de nosotros si viéramos uno por la calle lo primero que haríamos sería plantar nuestra grasienta nariz en la ventana del conductor para admirarlo.


Si alguien en algún momento dudó de la viabilidad del plan de negocio y pensaba que no había muchas persona dispuestas a pagar 350.000 euros por un 911 964 renovado, se equivocaba

Dickinson y su equipo llevan seis años dedicados en exclusiva al negocio y el libro de reservas está rebosante de encargos. La producción anual en estos momentos es de 25 coches. Cuarenta ya han sido entregados a sus dueños , y si quieres uno el plazo de entrega es de unos dos años. Estamos ante una historia de éxito profesional.

La magia de Singer con los Porsche 911 clásicos

Gran parte de su encanto radica en la exclusividad. Hay mucha gente que no entiende la actividad de Singer. Les resulta raro que el precio de este coche acabado sea muy superior al valor del modelo en el que está basado. Pero las ventajas de este coche no son solo la exclusividad, ya que su precio de reventa lejos de devaluarse va en aumento, y eso es un gran valor añadido.


No es casualidad que este tipo de creaciones estén tan de moda, ya que los deportivos modernos son más rápidos que nunca pero ofrecen un nivel de prestaciones inutilizable en el día a día. Vivimos un momento en el que nuestro papel como conductores está pasando a un segundo plano, por lo que no es de extrañar que haya gente que busque algo diferente. El cliente potencial de Singer se cambia de acera cuando pasa por la puerta de un concesionario de Tesla y ve su modelo semiautónomo.

Y lo que es fantástico es que Singer acaba de un plumazo con los problemas que tradicionalmente tienen los clásicos, y es que con un uso continuado acusan fatiga de materiales, frenos y neumáticos además de las incomodidades propias de otra época. Singer ofrece una estética clásica con soluciones técnicas modernas dándole una segunda vida a los 964, y el resultado es sobrecogedor.

La magia de Singer con los Porsche 911 clásicos

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