Abarth 124 Spider, frente a Mazda MX-5 y Fiat 124 Spider

Aprovechando que el pasado fin de semana tuve la oportunidad de conducir el nuevo Abarth 124 Spider en el circuito de Navarra, y ya que las primeras unidades ya se están entregando en España, así que he pensado que merecía la pena analizar las diferencias con sus hermanos Mazda y Fiat.

La mayoría ya sabréis que los tres modelos se fabrican en la factoría de Mazda en Hiroshima, y que el modelo se ha desarrollado en base a una alianza de Mazda y el grupo FCA. Por otro lado, muchos recordaréis que la primera idea de Marchionne era que el hermano italiano del Miata fuera el sucersor del Alfa Spider, pero después de que FCA se replanteara la estrategia de producto de la marca del Biscionne, se decidió que todos los Alfa deberían de ser fabricados en Italia.


Y así nació la idea de un sucesor para el Fiat/Abarth 124 Spider, un modelo que en su día fue importantísimo para Fiat en EEUU (el 75% de todos los que se fabricaron se vendió allí) y que debería de ayudar a volver a impulsar la marca italiana al otro lado del Atlántico.

¿Qué comparten?

Los tres modelos comparten plataforma y distancia entre ejes, monocasco, los brazos de las suspensiones, bujes, dirección, parabrisas, todos los cristales, el techo de lona y su mecanismo, la estructura de las puertas, la mayoría de elementos del salpicadero, mandos, relojes, equipo de climatización, sistema multimedia, la mayor parte del cableado, estructura de asientos, enmoquetado, la mayoría de plásticos interiores, algunos elementos mecánicos auxiliares… pero es que además, gran parte de los elementos que les diferencian serian físicamente intercambiables.

Al volante, la posición de conducción, posición y tacto de todos los mandos es prácticamente la misma, por supuesto, la habitabilidad es calcada.


Abarth 124 Spider, frente a Mazda MX-5 y Fiat 124 Spider

¿En qué se diferencian?

Los hermanos italianos montan el motor FCA 1.4 Multiair turboalimentado, mientras que el MX-5 ofrece las dos motorizaciones SKYACTIV-G 1.5 y 2.0 sin turbo, ya presentes en otros modelos de la marca nipona. Curiosamente, el Abarth y Fiat equipan las cajas de cambio de la anterior generación de MX-5, diferentes a la del actual MX-5. Por lo que respecta a la carrocería, los elementos fijos de la parte posterior (aletas, marco de la tapa del maletero) y panel trasero son diferentes, junto a la estampación exterior de los elementos móviles (capós y puertas) aletas delanteras, y panel delantero. Evidentemente, los grupos ópticos son diferentes en cada caso.

El interior se remata con diferentes paneles de puerta, tapicería diferente para los asientos, una parte superior del salpicadero de tacto blando, gráficos diferentes para los relojes, y algunos detalles de acabado. Por otro lado, la política de gama es bastante diferente, pues mientras Mazda articula sus versiones de MX-5 en base a dos motores, dos tarados de suspensión, y cuatro niveles cerrados de acabado (sin grandes diferencias estéticas) FCA ofrece dos versiones de acabado del Fiat con ciertas diferencias estéticas, un Abarth con una filosofía claramente diferenciada, componentes de alto rentimiento y diferentes paquetes opcionales.

El Abarth 124 Spider frente a su hermano Fiat

El grupo FCA comercializa en Europa Abarth como marca independiente (en EEUU Abarth solo significa el acabado deportivo de los modelos Fiat, lo que llaman Elaborazione Abarth), y se esfuerza en que los modelos del escorpión tengan un carácter bien diferenciado de los modelos Fiat.


Así, el Abarth 124 Spider presenta un paragolpes y parrilla delantera específicos, diferente tarado de suspensiones, frenos delanteros Brembo, escape Record Monza, un botón que modifica el comportamiento de motor y el sonido de escape, un interior con personalización racing (mola el volante con la marca roja, y el cuentarevolucines con fondo rojo), un kit de Alcantara (que se vende como accesorio para el Fiat y MX-5), llantas de diseño deportivo, marco de parabrisas y arcos traseros en color oscuro, y opcionalmente, los capós en vinilo negro mate.

Por supuesto, el motor del Abarth es más potente, pasando de los 140 CV a 5.000 RPM y 240 Nm a 2.250 RPM del Fiat a unos respetables 170 CV a 5.500 RPM y 250 Nm a 2.500 RPM del modelo más racing. Todos estos cambios transforman el elegante y conservador Fiat 124 Spider en un modelo enfocado a un público completamente diferente, también en precio.

El Abarth 124 Spider frente a su primo, el MX-5

Por precio y prestaciones, el MX-5 más próximo al Abarth sería el de motor 2.0, que anuncia 160 CV a 6.000 RPM y 200 Nm a 5.000 RPM, y equipado con la suspensión deportiva. Gracias a su ligeramente superior potencia, pero sobre todo a su superior par a medio régimen, el Abarth acelera de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos, mientras que el MX-5 necesita 7,3 segundos.

No es que las diferencias sean abismales, pero al volante se nota que el Abarth tiene más patada a medio régimen (aunque con un ligero turbo-lag), aunque eso sí, con un margen de trabajo algo más limitado; mientras que el japonés tiene un motor más lineal, más dulce a bajas revoluciones, y que estira más arriba. El nuevo MX-5 suena sugerentemente bien, pero el Abarth suena espectacular, y además, sin llegar a ser molesto. Por lo que respecta al cambio automático, resulta curioso que en España se ofrezca la opción de cambio automático para el Abarth, mientras que el MX-5 solo esté disponible con cambio manual. La mayoría de los 124 Spider que Abarth tiene encargados son automáticos.


Por lo que respecta al comportamiento dinámico, los frenos Brembo del Abarth (opcionales para el MX-5 en EEUU) son un poco mejores que los frenos del MX-5, y en general, su comportamiento es algo más eficaz, con unos movimientos de carrocería algo más controlados, aunque ello suponga que resulte algo más complicado de percibir cuando nos acercamos a sus límites. La comodidad de ambos es más que razonable, y desde luego que son coches que pueden usarse a diario y en viajes largos sin problema alguno. Personalmente y después de haber conducido ambos, creo que las diferencias en este apartado no son realmente importantes, y ambos tienen un comportamiento sano y eficaz, pero sobretodo, muy divertido y gratificante.

En general, yo diría que el Abarth está más enfocado a una conducción más al límite, mientras que el MX-5 pretende ser divertido a ritmo rápido, e incluso muy vivo, pero insisto, las diferencias son de matiz.

Abarth 124 Spider, frente a Mazda MX-5 y Fiat 124 Spider

Diseño

El Abarth y el Fiat son tremendamente fieles al diseño original del 124 Spider de 1965 diseñado por Tom Tjaarda, y me parece encomiable como Fiat ha conseguido un diseño que en absoluto recuerda al del MX-5 del que parte. Es evidente que FCA quería un diseño que recordara al clásico Spider, que tuvo un gran éxito en EEUU, mercado al que Fiat/Abarth quiere volver.

El Fiat 124 Spider es más largo que el MX-5, y sus voladizos son más cúbicos, por lo que se ve “más coche”, si sumamos un diseño clásico y sin estridencias, y detalles como el marco del parabrisas en el color de la carrocería o en acabado aluminio, tendremos un coche clásico y elegante, con una imagen relajada y sin pretensiones deportivas. Por su parte, el Abarth supone una transformación radical de la estética del 124 Spider. Su aspecto gamberro gustará a los más jóvenes de espíritu y a los “pilotos” más racing. Sin duda, una transformación atractiva, de la que solo me sobran las rejillas falsas delanteras, y la mitad de salidas de escape, y es que en mi opinión, un Abarth (como deportivo de raza) no necesita fingir a base de hombreras.

En cambio, en Mazda decidieron que la nueva generación del MX-5 debía romper con el tradicional lenguaje oval de las tres generaciones anteriores, optando por un estilo muy personal y trabajado, que gustará a los entusiastas del diseño, y su estética se queda a medio camino de los dos italianos, más juvenil y deportiva que la del Fiat, y menos racing que la del Abarth. Mazda ha querido que el nuevo MX-5 tenga una imagen coherente con su filosofía de ligereza y pureza, y que su diseño represente el carácter del coche, un carácter dinámico pero no extremo, y guste o no, hay que reconocerle un diseño interesante.

Abarth 124 Spider, frente a Mazda MX-5 y Fiat 124 Spider

Hablemos de dinero

Promociones aparte, si equipamos el Abarth con un equipamiento similar al del MX-5 2.0 Luxury, el precio oficial se nos va a 44.000 euros, lo que supone unos 15.000 euros de diferencia… vale, lleva frenos Brembo, interior con detalles en Alcantara (que se hacen a mano), escape Record Monza con dos modos de funcionamiento… pero la verdad, es mucho dinero. De todas formas, es más que probable que Abarth ofrezca fuertes promociones, por lo que si el coche te gusta, yo no dejaría de ir al concesionario a preguntar…

Por otra parte, no me extrañaría que a partir del año que viene, tengamos versiones menos “sibaritas” del Abarth, montadas al 100% en Hiroshima (tal y como se hace con los Abarth para el mercado americano), lo que debería de influir positivamente en su precio.

Por lo que respecta al Fiat y si nos centramos en las versiones más equipadas, el precio de tarifa de la versión a tope de equipo es solo ligeramente más alto que el del MX-5 2.0, por lo que la elección va a ser cuestión de gustos. En cambio, si andamos buscando un roadster económico, y nos conformamos con las prestaciones del 1.5 de Mazda (inferiores a las del 1.4 Turbo del Fiat, pero más que suficientes) el MX-5 nos saldrá algo más económico.


Iguales pero diferentes, diferentes pero iguales.

Podemos decir que los tres son honestos con lo que su imagen promete, pues mientras el Abarth cumple con la deportividad que su imagen sugiere, el Fiat será ideal para los de gustos más clásicos y relajados, quedando el Mazda en un punto medio que busca el equilibrio entre estilo y deportividad, fiel a su particular filosofía de entender la diversión al volante.

¿Y a ti, cual te gusta más?

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