Yo todavía no he decidido si me gusta o no, aunque debo de reconocer que cuando he visto la primera foto, me ha parecido un despropósito. A pesar de ello, y como aficionado al diseño, me he dicho que antes de emitir un juicio, tenía que dedicarle un poco de tiempo, y al menos esforzarme en entenderlo.
Si has llegado hasta aquí, es que te pica la curiosidad, así que te invito a que sigas leyendo, vamos analizar juntos este concept car tan peculiar.
¿Que pretende ser el CXPERIENCE?
Bien, quizás deberíamos de empezar por entender lo que no pretende, y a nivel estético, es evidente que no pretende ser un coche de esos que gustan a todo el mundo. A nivel conceptual, tampoco parece pretender seguir las modas, porque si así fuera, sería una de las infinitas variantes de SUV con las que los fabricantes están inundando los salones del automóvil y el mercado.
Una vez asumido el shock visual, lo primero que me ha llamado la atención son las proporciones y silueta, y es que una berlina de lujo con tres metros de distancia entre ejes, dos metros de anchura, solo 1,37 m de altura, y una silueta de dos volúmenes, es -cuanto menos- atípica. Desde luego que una hipotética versión de producción, -con proporciones más lógicas- perdería dramatismo visual, pero creo que Citroen sabría hacer honor a su fabuloso abuelo el CX. Mide 4,85 metros de longitud.
Las berlinas de este segmento de dos volúmenes son poco habituales, pero siempre me ha gustado que Citroen se mantuviera fiel a la filosofía iniciada con el increíble DS, y sus sucesores CX, SM y C6. Ojalá que este prototipo prefigure un digno sucesor de esta saga tan poco convencional.
Probablemente, los clientes que hasta ahora han elegido alguna de las diferentes generaciones de berlinas de lujo de Citroen sean el tipo de persona a la que le gusta salirse de lo convencional, al menos, es lo que debe de pensar Citroen para diseñar un coche como el CXPERIENCE, con un lenguaje visual y cromático impactante, al menos, para lo que se estila en su segmento.
Pues bien, a mí me gusta pensar que el CXPERIENCE pretende tantear el mercado, y anunciarnos el futuro buque insignia de Citroen, y lo hace llevando al extremo sus proporciones y futuro lenguaje visual, y es que en Citroen saben que necesitaremos tiempo para ir entendiéndolo…
¿Qué nos dice su silueta?
Una enorme batalla con cortos voladizos, un techo muy largo, la silueta de dos volúmenes, y la gran zona acristalada, nos dejan claro que el objetivo es priorizar el espacio interior de sus únicas dos filas de asientos: el verdadero lujo es viajar cómodos, y este coche es para gente que prioriza el vivir bien y la propia felicidad, sobre la imagen que proyectamos a los demás.
El coche es muy bajo y ancho, lo que sugiere aerodinámica, velocidad y agarre: Dinámico y veloz.
¿Y su frontal?
Los grupos ópticos principales ceden su habitúan posición a las luces de día, que pasan de esta forma a representar la mirada del coche. La expresión junto a la estrecha rejilla delantera resulta muy desafiante y realmente novedosa, aumentando además la impresión de anchura. Las formas de esta zona no solamente se dibujan en la superficie, sino que están esculpidas, aumentando el efecto visual y dramatismo.
Por otro lado, la posición de los grupos ópticos principales, que se insertan en unas extrañas tomas de aire laterales se sale de lo corriente, y separarlos en tres elementos ópticos en cada lado, hace que ya no se perciban como los “ojos” del coche. Esa zona, con unos elementos aerodinámicos móviles habla de aerodinámica y funcionalidad a partes iguales. A algunos les recordarán a las ametralladoras del coche de 007, y desde luego, es uno de los motivos más atrevidos y que aportan más agresividad visual al concept car.
Me gusta especialmente la forma del faldón delantero, con sus rejillas inferiores con tapas, que -imagino- se abren en función de las necesidades de refrigeración.
No voy a dejar el frontal sin olvidar las salidas de aire sobre las aletas. Porsche introdujo unas rejillas en su GT3 para reducir la sustentación del eje delantero (causada por la sobrepresión en los pasos de rueda) y aquí. Citroen nos ofrece una solución diferente que supone una interesante solución de continuidad entre las aletas delanteras (más elevadas) y la línea de cintura.
Veamos su parte trasera
La imposible luneta trasera cóncava en dos planos rinde homenaje a su abuelo el CX y nos avanza que la deseable versión de serie no se conformaría con una aburrida luneta trasera. También me parece interesante la inclinación de los montantes traseros, casi de break, que vuelven a decirnos que la habitabilidad interior es prioritaria.
Por si la parte trasera fuera poco convencional, el diseño de las luces traseras, muy elaboradas, aporta lujo visual. Y las aletas traseras móviles, (otra vez la eficiencia aerodinámica) repiten de alguna forma el lenguaje de la parte delantera.
¡Qué interior!
Lo primero que llama atención en el interior es su imposible amarillo, una elección que vuelve a recordarnos que este coche no está dirigido al cliente habitual y conservador de las berlinas de lujo.
Aquí la distinción no viene de la mano de cromados, brillos y formas ostentosas, viene en forma de curvas, materiales y formas acogedoras, que sugieren un confort relajado, no hay ostentación sino lujo y comodidad. Todas las formas describen superficies curvadas que recorren el interior sin brusquedades. Solo hay que fijarse en los asientos, con unos faldones laterales que parecen invitarnos, o en las formas de la elegante madera que nos rodea, como si estuviéramos en el salón de nuestra moderna casa de diseño, con grandes ventanas a un bello paisaje…
¿Y la técnica?
A priori no parece una propuesta demasiado revolucionario. El CXPERIENCE es un híbrido enchufable con motor térmico delantero de 150/200 CV, apoyado por un motor eléctrico de 107 CV que movería el tren trasero, y con una autonomía sin emisiones de 60 km… Pero quizás ese realismo mecánico sea la clave para que sospechemos que debajo de este CXPERIENCE se esconde el próximo buque insignia de Citroen… ¡O eso espero!
¿Es bonito?
Pues no lo tengo claro, pero me gusta.
¿Y a ti?
