Para empezar, se publicita el hecho de que el Mégane tiene cinco estrellas EuroNCAP según el protocolo del 2015, y eso es rotundamente falso. El Mégane de tercera generación no ha sido probado en 2015, sino el de cuarta generación, que está muy por delante en ingeniería respecto a su predecesor. Eso, para empezar.
Seguimos. Renault utiliza la puntuación EuroNCAP porque el organismo homólogo en Latinoamérica, Latin NCAP, aún no le ha dado a Renault ningún resultado de cinco estrellas. El organismo ha probado el Clio Mio (Clio II), Duster, Fluence y Sandero. El que mejor salió parado fue el Fluence, con cuatro estrellas, basado en Mégane III. El Fluence también sacó cuatro estrellas en EuroNCAP (2011), aunque hablamos de la versión eléctrica (Fluence ZE).
Por lo tanto, huele muy raro todo esto. En 2008 el Mégane III sacó cinco estrellas en EuroNCAP, pero el mismo modelo, con el protocolo de 2014, bajó a tres estrellas. ¿Era peor coche? No, el protocolo es más duro, y desde 2008 se ha vuelto mucho más difícil conseguir todas las estrellas. Tras unos cambios por parte de Renault, consiguió la cuarta estrella ¡pero no la quinta!
En conclusión, la división uruguaya de Renault está intentando tomar a sus clientes por estúpidos, otorgando a un modelo una puntuación en seguridad que corresponde al modelo nuevo. Global NCAP ha protestado directamente a Carlos Ghosn por carta, exigiendo la retirada de la publicidad, y le han pedido que ceda una unidad para realizar las pruebas en Latin NCAP y demostrar que se merece esa quinta estrella (o no).
¡EuroNCAP y Latin NCAP no usan la misma metodología! Los resultados no son directamente comparables
Es más, no tenemos que cometer el error fácil de pensar que el Mégane III fabricado en España y el que se exporta desde Turquía tiene exactamente el mismo nivel de seguridad, ya que las normas de homologación no son las mismas, y puede que tampoco el equipamiento. Si el Mégane «español» y el «turco» fuesen iguales, pieza por pieza, Renault debería poder obtener esa quinta estrella en Latinoamérica. Pero es curioso, en Europa la mayoría de la gama tiene todas las estrellas, y en Latinoamérica no, ¡y las pruebas europeas son más duras!
