La gama constará de los Compass Sport, Latitude, Limited y Trailhawk
El Jeep Compass va a ofrecerse con tracción delantera o total a lo largo del mundo, con tres motorizaciones de gasolina y dos diésel (según mercados). Además de las cajas manuales de seis velocidades, podrá tener un cambio automático Aisin de seis marchas para los 4×2, mientras que los 4×4 solo optarán a la caja de nueve velocidades.
En el eje trasero cuenta con un eje acoplable, que mantiene el vehículo en tracción delantera para tener el consumo más controlado en condiciones de buena adherencia. De necesitarse más tracción, se activará en el acto el mecanismo de acoplado. Es posible desviar hasta el 100% del par a una única rueda, aunque Jeep no explica cómo. Los Compass 4×4 traen control de tracción inteligente Selec-Terrain (con programas automático, nieve, tierra y barro).
Los que demanden más prestaciones todoterreno, deberán echar un vistazo al Compass Trailhawk. Esta versión cuenta con reductora (relación 20:1), modo Select-Terrain para rocas, más altura libre y protecciones, mejores ángulos (30º de ataque, 24º ventrales y 34º de salida), control de descenso, neumáticos todocamino de 17″ y una capacidad de vadeo de más de 480 mm. Visualmente se puede distinguir de sus hermanos de gama. En este segmento prácticamente no hay más rivales con reductora.
Está basado en la plataforma de FCA small wide architecture, cuenta con suspensión independiente a las cuatro ruedas y tendrá un rendimiento muy bueno sobre asfalto, según sus creadores. No parece que tenga un recorrido de suspensión excepcionalmente amplio, pero tampoco se trata de un Wrangler, modelo mucho más orientado al campo que a la carretera.
El diseño del Jeep Compass tiene un pilar C con fuerte personalidad, así como protecciones plásticas en los bajos de la carrocería y la posibilidad de un techo negro flotante con los pilares pintados en negro. Los siete elementos de la tradicional parrilla de Jeep lucen más bajitos de lo habitual, y los grupos ópticos tienen un tamaño muy razonable. El capó puede venir en dos colores, y fijaos en su relieve en los laterales.
Por dentro encontramos un interior aparentemente bien terminado, con algunas notas de color en los altavoces, tablero de instrumentos y los aledaños de la palanca de cambios. El selector de modos de conducción se encuentra entre el cambio y el climatizador, y se ha suprimido el tradicional freno de estacionamiento por uno eléctrico. Dentro del tablero de instrumentos cuenta con una amplia pantalla digital con información múltiple.
La consola central aloja el sistema de infoentretenimiento UConnect de cuarta generación, de 5″, 7″ u 8,4″ dependiendo de la versión. Tiene compatibilidad en los modelos superiores con Android Auto y Apple CarPlay para mejorar la comunicación diaria con los teléfonos móviles más modernos. En esta generación FCA habla de mayor velocidad, un uso más sencillo y gráficos de mayor resolución. No contamos con muchos detalles de equipamiento todavía, aunque se pueden distinguir en las fotos asientos de cuero, mandos en el volante, hasta 70 medidas de seguridad, sensores de aparcamiento, techo solar practicable, etc.
Se va a fabricar en China, Brasil, Méjico y la India; para el mercado europeo seguramente vengan de uno de estos dos últimos países. No tenemos todavía detalles específicos para la región EMEA, que es como FCA se refiere al viejo continente (entre otros lugares). Podemos dar por sentadas las motorizaciones diésel, la duda es qué motores gasolina vendrán a esta zona. El 2.4 MultiAir no parece uno de los candidatos.
Llegará al mercado europeo antes de septiembre de 2017
NOTA: Las fotografías corresponden a la versión para Norteamérica.
