10 razones por las que echamos de menos los faros escamoteables

    10 razones por las que echamos de menos los faros escamoteables

    Si vemos un coche con faros escamoteables, seguro que es un clásico o va camino de serlo. Fue 2004 el último año en el que estuvieron a la venta coches con esta tecnología, como el Corvette C5 que encabeza estas líneas. Las normativas de protección de peatones y la eficiencia hacían cada vez más difíciles su existencia, hasta que se abandonaron. Normalmente solo incluían la luz de cruce y la de largo alcance, por lo que para el resto de las funciones no eran necesarios e iban ocultos.


    El invento apareció por primera vez en el Cord 810, antes de empezar la Segunda Guerra Mundial, aunque no se accionaban de forma eléctrica -eso vino en un DeSoto unos años después-. Aún fue un recurso muy manido en deportivos en los años 90, aunque también podían verse en coches más humildes como los Mazda 323. Si eres de los que piensas que aún podría haber coches con estos rasgos de diseño, ficha este montaje de Car Throttle:

    Veremos el resultado de poner faros escamoteables a los Nissan 370Z, Porsche Cayman, BMW Serie 6, Corvette C7, Lamborghini Huracán, Toyota GT 86, Honda NSX, Ferrari 488 GTB, Lotus Evora y Mazda MX-5. En algún caso queda muy forzado, pero en otros se agradece. Además, cuando los faros están plegados el paragolpes queda mucho más limpio a nivel estético… o no, va según gustos.


    ¿A cuál le queda mejor? ¿Alguien echa de menos alguno en la lista? Hablemos.

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