Pues bien, todo indica que la marca del doble engranaje ha decidido otorgarle esa personalidad que perdió en la segunda generación. Y que mejor manera que incluyendo uno de los elementos que más nos han hecho escribir estos dos últimos años, los airbumps. Estos elementos que equipa en su lateral el C4 Cactus que sirven para disipar los pequeños golpes del día a día sobre la carrocería. Apertura de puertas, roces….etc.
No es un elemento estético, que también, si no es funcional. Y personalmente, después de probarlo y verificarlo, tengo que decir que en estacionamientos en batería es genial. Eso de aparcar en batería y al volver encontrarte las puertas con picotazos de otros usuarios que abren la puerta sin ningún cuidado es agua pasada con el C4 Cactus gracias a los airbumps. Citroën lo tenía claro en un principio, era un elemento que no a todo el mundo le iba a gustar, pero funcionada. Y fue valiente y eso, de primeras, es digno de reseña.
Otra cosa diferente es que nos apetezca gastarnos más de 12.000 € en un vehículo “valiente”. Eso ya es muy subjetivo y cada uno debe valorarlo.
Sobre el futuro C3 no sabemos mucho, pero algunos directos de PSA ya han adelantado que los airbumps aparecerán en la nueva generación de este modelo. Pero han dejado claro un detalle, no será igual que C4 Cactus. Es decir, que no será un mini C4 Cactus y que la disposición de los airbumps será diferente.
Mi apuesta personal es que veremos estos elementos en puntos clave de la carrocería y que posiblemente aparezcan con la tonalidad de la carrocería “para disimularlo”. Que no sea un elemento tan llamativo como en el C4 Cactus. El primer impacto ya se ha dado con el Cactus, ya no es necesario ir gritando a la sociedad: “Tengo un Citroën equipado con airbumps.”
En el momento que sepamos más detalles del futuro C3, te lo traeremos raudos y veloces de Pistonudos.
