Para el benjamín de la gama no solo habrá una versión eléctrica mejorada, también un GTI. La potencia y datos técnicos son desconocidos, pero es bastante razonable pensar en un 1.0 TSI apretado por lo menos hasta los 110 CV. Dado que ya usa motores de un litro y tres cilindros, es el más fácil de calzar en el vano, aunque también tiene un mínimo de sentido utilizar el 1.4 TSI o el nuevo 1.5 TSI EVO. Tirando a lo alto, podría tener hasta 150 CV.
En el segmento A los modelos más potentes disponibles son los Abarth 595 y el Opel Adam S. Este último lo probamos hace unos meses y es el coche más barato con 150 CV de nuestro mercado, el equivalente Abarth es el 595 1.4 T-Jet a secas (ni Turismo, ni Competizione, ni Pista). En un escalón por debajo tenemos los Fiat 500S, smart BRABUS y Renault Twingo GT. Como podéis ver, es un segmento pequeño también en volumen.
La plataforma pequeña de Volkswagen seguramente puede aguantar sin problemas 150 CV. Tras el último restyling el Up! está disponible con dos motores atmosféricos 1.0 MPI (60 y 75 CV) y el 1.0 TSI (90 CV). En todos los casos el cambio es de cinco velocidades, también en la versión automática. La vida útil del utilitario puede estirarse hasta prácticamente 2020, su sucesor, que lo habrá, puede recibir ya la MQB en su versión más corta.
Finalizamos con un flashback, la idea no es nueva. El pre-predecesor del Up! fue el Lupo, que en el 2000 recibió una versión de calle de altas prestaciones tras estrenarse una versión para una copa monomarca. El Lupo GTI tenía un motor 1.6 16v que rendía 125 CV, una buena cifra para la época y teniendo en cuenta que los turbos no estaban tan de moda.
En km77 lo describían como estable en curva, pero duro de suspensión, con buenas prestaciones y un cambio de marchas de seis relaciones -novedad en 2001- muy eficaz. Por contra era ruidoso, fallaba en detalles de acabado y los frenos iban algo justos en un uso exigente. Ya tenía control de estabilidad, nada común en el segmento A y menos hace 17 años. Obviamente el Up! GTI tendrá ESP, más que nada porque es obligatorio, y también cabe esperar que tenga suspensión durita, una imagen más agresiva y un mayor factor emocional.
Antes de que acabe el año puede estar en producción, será probablemente presentado en el Salón de Frankfurt, la gran cita del automóvil de comienzos de otoño. Apuesto a que Volkswagen apretará el 1.0 TSI en vez de utilizar un motor más grande, lo cual le situaría más cerca de los Renault y smart que de Opel y y Abarth. Eso sí, hablando de precios, lo más fácil es que esté alineado en la parte alta tenga el motor que tenga.
¿Y qué hay de los hipotéticos Citigo RS o Mii FR? De momento son posibilidades teóricas.
