Los Beetle Dune se basan en los Beetle con acabado Design. Cuentan con paragolpes específicos, detalles en color plata, alerón trasero bitono, protecciones de plástico negro e insignias «Dune». Las vías se han ensanchado en 7 mm delante y 6 mm detrás, la carrocería crece 14 mm a lo ancho. En cuanto a la suspensión, es la preparada para vías en mal estado, que va 10 mm más alta que la de serie. Las llantas son siempre las Canyon de 18 pulgadas con interior negro, con neumáticos 235/45.
Las opciones mecánicas son tres: 1.4 TSI (150 CV), 2.0 TSI (220 CV) y 2.0 TDI (150 CV), bien manuales o automáticos DSG. Respecto a un Beetle normal, tiene un poco más de facilidad para circular por pistas sin asfaltar, con menos miedo de estropear la carrocería o los bajos. Pero sigue siendo un turismo, lo crossover está de moda, y hay que darle al cliente lo que pide. Una versión de tracción total no tendría mucho sentido, porque se venderían muy pocas unidades. Además, es una versión de capricho de un coche de capricho, hasta aquí, todo normal.
Se pueden elegir siete colores de carrocería, en dos de ellos se pueden combinar con techo negro. Para el Cabrio, el techo es siempre negro. Tres tonos están disponibles para el interior, que se usan en varias superficies lacadas, biseles de la instrumentación y costuras de contraste. El equipamiento del Beetle Design se complementa con sensor de luces y lluvia, asientos deportivos calefactados con apoyo lumbar, paquete de iluminación interior, regulador de velocidad, retrovisor antideslumbrante automático, ayuda al arranque en pendiente y sensores de aparcamiento ParkPilot.
Se puede optar a la última generación de sistemas de infoentretenimiento: Composition Media y Discover Media (con navegador). El modelo superior tiene compatibilidad con MirrorLink, Android Auto y Apple CarPlay, así como servicios conectados Car-Net Guide & Inform, y el opcional sistema de altavoces Fender de 400 W.
