Renault Mégane IV

    Renault Mégane IV

    A la hora de renovar su éxito de ventas, Renault ha seguido la tendencia y propone un modelo más conservador que no tiene nada que ver con las formas torturadas de la segunda y tercera generación de Mégane. Aún así, conserva ese pequeño toque desconcertante que todos los Mégane tuvieron en el momento de su lanzamiento. En el caso de esta cuarta generación es el tratamiento de la zaga.

    Con unas lunas laterales traseras que me recuerdan al Clase A, unas aletas musculosas a lo Kadjar y unos pilotos traseros que parecen mantener en posición el rombo de Renault hay una multitud de líneas y capas en las que el ojo se pierde. Por suerte, en vivo, las formas «funcionan» bien y no se hace tan pesado como podría parecer en las fotos. El frontal por su parte no nos sorprende, pues ya lo hemos visto en el Talisman.


    Renault Mégane IVAl igual que lo han hecho sus rivales Volkswagen Golf y Peugeot 308, el nuevo Mégane ha de tener una presencia en la carretera más halagüeña y que exprese aplomo y robustez. ¿Cómo? Alargando el coche 64 mm (mide ahora 4,36 m de largo con una batalla ahora de 2.669 mm), aumentando las vías (+47 mm delante y +39 mm detrás) y haciendo el coche un poco más bajo (-25 mm).

    En el interior, nos encontramos con un salpicadero lleno de similitudes con respecto a los últimos lanzamientos de la marca, como el Espace o el Talisman. Por ejemplo, también cuenta con la enorme pantalla táctil de 8,7 pulgadas, al menos en las versiones más equipadas. El cuadro de instrumentos digital procede del Talisman. El maletero de 434 litros supone una mejora de 30 litros con respecto al Mégane actual y 54 litros más que el del Golf.


    Este nuevo Mégane comparte su plataforma CMF-CD con, entre otros, el Renault Kadjar, el Espace y el Talisman. Así, el Mégane tiene acceso a nuevos equipamientos, como la dirección a las 4 ruedas 4Control que pudimos probar en el Espace y que en el Mégane estará presente en el acabado GT desarrollado por Renault Sport. El GT equipará un cambio automático de doble embrague con función Launch Control y Multi Change Down, que permite bajar varias marchas de golpe. (Esperemos que su manejo sea más realista que en el Espace).

    Seguimos con el equipamiento. Renault propondrá ahora en el Mégane un head up display en color, asientos con función de masaje, del control de crucero adaptativo y del sistema Multi Sense, que permite configurar diversos parámetros del coche como la respuesta del motor al acelerador, la firmeza de la suspensión o la vivavidad del 4Control. En función de los acabados serán equipamientos opcionales o no.

    Renault Mégane IV

    La gama de motorizaciones contará con cuatro propulsores diésel y tres de gasolina. En diésel la gama se compone del 1.5 dCi 90 CV con cambio manual, de ese mismo 1.5 dCi en versión 110 CV con cambio manual o automático, del 1.6 dCi 130 CV y del 1.6 dCi en versión biturbo de 165 CV para el acabado GT.


    En la gama gasolina, el GT podrá contar con el 1.6 TCe de 205 CV y que vimos en el Clio RS y el nuevo Espace. Sin embargo, el 1.2 TCe en 100 y 130 CV serán los más vendidos de la gama gasolina.

    Por último, Renault ha confirmado que en 2017 llegaría una versión híbrida diésel-eléctrica con emisiones homologadas de CO2 de 76 g/km y un consumo medio homologado de 3 l/100 km.

    Todavía no se conocen los precios del nuevo Mégane ni la fecha de lanzamiento comercial. Pero sí se sabe que el nuevo Mégane empezará a fabricarse en Palencia a finales de este año o a principios de 2016.

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