El motor 1.6 CDTI Biturbo tiene dos turbocompresores que funcionan secuencialmente. A bajas revoluciones tiene una turbina de baja inercia, que se complementa con una turbina más grande para mayores exigencias. Así, el motor no tiene tanto retardo de turbo (lag), es más progresivo, y puede entregar más potencia. Hace una década algunos fabricantes aún necesitaban un 2.2 para conseguir esa fuerza.
Según Opel, entrega 350 Nm a solo 1.500 RPM, nada que envidiar al 2.0 CDTI de generación previa, ni al 1.9 CDTI de 150 CV de hace dos generaciones (ambos casos monoturbados). Acelera a 100 km/h en 8,6 segundos, recupera de 80 a 120 km/h en quinta en 7,5 segundos y llega a 220 km/h. Esas prestaciones mejoran las de los Astra de idéntica potencia de las dos últimas generaciones. En algo se tiene que notar que el Astra ha adelgazado bastante, es menos fofisano.
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En cuanto al consumo, tiene una homologación de 4-4,1 l/100 km, aún bajo las humorísticas e irreales normas del ciclo NEDC. Los 1.9 CDTI de 150 CV (Z19DTH) homologaban casi un 50% más, pero la diferencia en consumo real será menos evidente. Opel prometió que daría cifras de consumo más realistas -complementando las oficiales, según normativa comunitaria- pero en este caso no es así. De todas formas, si llega a 5 l/100 km será un auténtico not bad.
Antes de que empezase la crisis económica era mucho más frecuente ver petroleros por nuestras carreteras con una cifra de potencia equivalente. Ahora es el tope de gama. En esta generación del Astra los petroleros van de los 110 a los 160 CV.
