El Proceed Concept nos muestra un compacto alargado, con cinco puertas de apertura convencional, una caída de techo seductora, voladizos cortísimos y un pilar B aparentemente suprimido. Las ventanillas van recorridas por una línea que se iluminan cuando el hipotético tráfico se acerca en la oscuridad hacia él.
Su color, Rojo Lava, parte de una mano de negro, plateado con efecto cromo y laca roja. Encontramos rasgos deportivos -que no tendrá el modelo de serie- como llantas de 20 pulgadas, piezas en fibra de carbono, tiradores de las puertas ocultos o unos frenos de disco de altísimo rendimiento. No sabemos nada sobre su motorización.
¿Y qué quieren transmitir los diseñadores con este prototipo? Primero, que es un «verdadero Kia», con su habitual parrilla que denominan nariz de tigre. Segundo, que es ágil, bien plantado en la carretera, está seguro de sí mismo. Su identidad queda resaltada por el sistema de iluminación lateral, frontal y trasero (este último inspirado en el metal ferromagnético fundido).
Es una «visión atrevida» de lo que podría ser la nueva gama Cee’d. Ya han pasado 10 años desde que la primera generación del compacto llegase al mercado, un modelo que fue parido íntegramente en Europa para gustar más al comprador local. Sus números de ventas avalan el acierto de ese enfoque. Ahora recibe pinceladas del niño guapo de la gama, el Kia Stinger GT.
Las proporciones tendrán que cambiar un poco, especialmente para un compacto generalista de tracción delantera, pero algunos rasgos sí son viables para producción en serio, como el pilar C flotante, las tomas de aire -que serán falsas- o la forma de las taloneras. Se le ponen unos retrovisores convencionales, marcos de ventanilla -ahora los tiene de coupé puro, sin marco- y salidas de escape. Corrijo, eso último ya ni siquiera es necesario, también pueden ser falsas.
Del interior no tenemos fotografías. Cuando salgan, actualizaremos esta información.
