Ahora mismo la fiscalidad del gasóleo es muy favorable sobre la gasolina, pero eso va a cambiar. El ministro francés de la Transición Ecológica, Nicolas Hulot, ha anunciado en una entrevista a France Info que de aquí a cuatro años se va a equiparar la fiscalidad entre combustibles, y que el mes que viene se anunciará un plan para incentivar abandonar un diésel y comprar un coche más ecológico, bajo ciertas condiciones.
Este señor también dijo anteriormente que se reformulará el impuesto de matriculación (malus), para que los vehículos paguen este tributo por encima de 95 g/km de CO2 (objetivo UE para 2021) en vez de por encima de 127 g/km. Eso hará que prácticamente todos los coches del mercado paguen ese impuesto. Bajo normativa NEDC muy pocos modelos bajan de ese umbral sin ser híbridos, pero cuando se tenga en cuenta el ciclo WLTP (va a subir para todos), serán aún menos. O ninguno.
Según Spritmonitor -datos de conducción reales- solo cinco coches bajan de 100 g/km de CO2: Audi A2 1.2 TDI 3L, Skoda Citigo (GNC), SEAT Mii (GNC), Volkswagen 1.2 Lupo TDI 3L y Volkswagen Up! (GNC)
Francia no permitirá la matriculación de vehículos de motorizaciones convencionales a partir de 2040, híbridos incluidos. Por otro lado, la energía eléctrica francesa empezará a depender mucho menos de la energía nuclear. Ahora mismo el país galo tiene 58 generadores nucleares que proporcionan el 80% de su electricidad, de aquí a 2025 se podrían cerrar hasta 17 reactores. ¿Cómo se reemplazarán? Con una apuesta masiva sobre energías renovables.
¿Están los fabricantes franceses preparados para un salto masivo a lo eléctrico? Renault-Nissan está en la posición más favorable pues es el líder indiscutible en venta de eléctricos (Nissan Leaf y Renault ZOE) e híbridos enchufables (Mitsubishi Outlander PHEV). El Grupo PSA, después del fracaso comercial de los trillizos basados en el Mitsubishi i, está preparando nuevos híbridos enchufables y eléctricos que estarán listos antes de la próxima década.
