La propia firma del rombo se encarga de aseverar en la nota de prensa que el modelo de producción tendrá dimensiones clavadas a las del prototipo y características estéticas muy similares.
Lo que nos deja ver el prototipo es una pick-up muy similar en muchas cosas a la Navara, pero con la nueva imagen de marca de Renault, claramente emparentada con los últimos lanzamientos. Licencias de prototipo son los faros full-LED o las llantas de 21 pulgadas que se quedarán en el camino, ya que no los vemos lógicos para un producto de esta orientación.
El prototipo emplea un motor biturbo diésel de cuatro cilindros colocado en posición obviamente longitudinal (es una pick-up con chasis de largueros y travesaños, con carrocería añadida sobre ella, y tracción total), y Renault asegura que tiene «la mejor eficiencia de combustible del mercado». Veremos si esa mecánica llega al modelo de producción, o se queda sólo con la oferta mecánica de la Navara NP300.
El modelo nipón, fabricado en Barcelona (y en otros países), equipa un 2,3 diésel con versiones de 160 y 190 caballos de potencia máxima, con variantes de tracción trasera o tracción total conectable.
No hay fotos del habitáculo del modelo de Renault, pero dudamos que haya cambios significativos respecto a la Navara.
La Alaskan compartirá línea de producción en Barcelona con la Navara NP300, algo que ya sabíamos desde el pasado mes de abril, garantizando puestos de trabajo en la planta. Por cierto, esta Alaskan y la NP300 aún compartirán su genética con otra hermana más, la de Mercedes-Benz, en un año y algo.
