A principios de 2018 conoceremos el Golf VIII, y lo ha dicho Jurgen Stackman, miembro del Consejo de Administración de Volkswagen y responsable de ventas y márquetin (fuente fiable, vaya) a Drive. Una novedad interesante, no habrá más versiones del e-Golf, porque su testigo lo tomará el también compacto i.d. Ese se conocerá un mes de diferencia.
Desde la primera generación del Golf hubo versiones eléctricas, tal y como vimos en un artículo reciente. La razón para discontinuarlo, después de haber ampliado la capacidad de sus baterías, es que la plataforma MQB no es óptima para un eléctrico, sino es adecuada para varias soluciones de motorización a la vez. Para un eléctrico lo óptimo es la nueva plataforma MEB, la que tendrá el i.d., que ahora conocemos solo como un prototipo.
La nueva gama Golf seguirá contando con versiones TSI, TDI y GTE por lo menos. En teoría los dos compactos no competirán entre ellos, el Golf seguirá siendo la niña bonita de Volkswagen -sus ventas son imbatibles por la competencia europea- y el i.d. se quedará como la opción eléctrica y futurista. Se espera que el precio esté más o menos alineado con un Golf TDI, por lo que será más barato que el actual e-Golf.
Después del compacto i.d., llegarán las versiones crossover (i.d. Crozz) y la nueva interpretación de la «hippieneta», i.d. Buzz, confirmada para producción a principios de la próxima década. Este trío de modelos eléctricos son la punta de lanza de la compañía para lavar su imagen ecológica, que debido al Dieselgate quedó literalmente por los suelos. Toda la nueva gama Golf deberá cumplir la normativa Euro 6c, y eso implica que se anunciarán consumos reales al consumidor según la nueva norma WLTP.
