Más de 500 coches JLR de referencia residen en la instalación de 14.000 metros cuadrados de propósito específico, en lo que la compañía describe como una «asamblea viva de la historia del automovilismo británico«
La intención no pasa por mantener inmóviles a estas joyas en este nuevo centro, sino que nos advierten ya de que veremos a estos clásicos desfilar por diferentes encuentros y exposiciones. 80 empleados trabajan en estas instalaciones y a finales de este año el número ascenderá hasta los 120 trabajadores. No solo es amor por su patrimonio, también es una interesante línea de negocio.
Además de utilizar técnicas tradicionales para restaurar estos coches a su antigua gloria, el personal tiene acceso a la última tecnología, como el escaneo 3D y el diseño asistido por ordenador, que permite la reintroducción de piezas para el Jaguar E-Type y paneles de Range Rover. Sin estos avances, los repuestos para coches tan antiguos resultarían muy caros.
La instalación fue oficialmente inaugurada el miércoles pasado por el presidente ejecutivo de JLR, Ralf Speth, y el jefe de la división de operaciones especiales de la compañía, John Edwards. Todos los coches restaurados por el personal de la planta serán revisados por Andy Wallace, nuevo piloto de pruebas en jefe y ganador de las 24 Horas de Le Mans de 1988 a bordo del Jaguar XJR-9 LM.
«Classic Works es de gran importancia para JLR«, dijo Edwards. «Es mucho más que un edificio, es el corazón y el alma de Jaguar-Land Rover Classic para nuestros clientes en todo el mundo«
Restauraciones completas, piezas que se creían imposibles de conseguir… todo con la experiencia y la garantía de que es la propia marca quien se encarga del proceso, certificando además un trabajo que a buen seguro suma unas cuantas decenas de miles de euros al valor de coche restaurado. Si quieres empaparte de la historia de Jaguar y Land Rover, siempre se puede hacer una visita a las instalaciones a un precio de 49 libras por persona -56 euros al cambio- a partir de septiembre.
