Honda anticipa su coche eléctrico futuro con un diseño retro

Honda anticipa su coche eléctrico futuro con un diseño retro

El Honda EV Urban Concept es 100 mm más corto que el Honda Jazz, por lo que se quedará en unos 3,9 metros, más grande que el Civic de principios de los 70. Al ser completamente eléctrico, se puede jugar con las proporciones clásicas y mantener un adecuado nivel de protección para los ocupantes. Por otro lado, el Urban EV Concept confía en cámaras en vez de retrovisores, teniendo el modelo clásico japonés los típicos fender mirror sobre las aletas. La toma de carga se encuentra sobre el capó.


También resulta curioso que en un diseño tan actual los faros no lleguen prácticamente al pilar A, que por cierto, es bastante delgado en pro de la visibilidad. Los faros están incrustados en el frontal y no se salen de ahí, con un logotipo retroiluminado de Honda en azul -varios fabricantes están haciendo esto para híbridos o eléctricos- y la posibilidad de trasladar mensajes visuales a peatones u otros vehículos.

Seguramente el modelo de serie se parezca mucho a este neo-retro-Civic

Honda no nos dice nada sobre su motor eléctrico ni la capacidad de sus baterías. Nos tenemos que remontar a 20 años atrás para acordarnos del único coche eléctrico que había sacado Honda, el EV Plus, y por imperativo legal de California. Lo que sí sabemos es que estará dotado de una especie de inteligencia emocional para asistir al conductor en función de cómo se encuentre. Que me expliquen cómo.

Por otro lado, Honda explica que tendrá la capacidad de comunicarse con la red eléctrica de forma inteligente. Honda lo llama Power Manager, pero no ha inventado nada, esta tecnología ya existe y permite que el coche además de recargar pueda devolver energía a la red en momento de alta demanda -recompensando al dueño- o en caso de apagón para poder dar energía al hogar. Esta tecnología se llama Vehicle to grid (V2G).


¿Qué más se puede contar del prototipo? Que las puertas se abren de forma suicida, en sentido inverso, y que cuenta con cuatro plazas y dos asientos tipo banco, de esos que no agarrarían nada en las curvas. Los cinturones de seguridad van integrados en los propios asientos, como ocurre en las furgonetas. Preside el interior una amplia consola central, con los mandos justitos y pantalla panorámica. Más allá de los detalles de madera, no parece un coche de grandes ambiciones.


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