El 1.5 TSI EVO rinde 150 CV, por lo que se posiciona como la alternativa gasolina al 2.0 TDI de idéntica potencia. Si exceptuamos todas las versiones deportivas y especiales de la gama Golf, estamos ante el «tope de gama», y que tiene tanta caballería como el Golf GTI de cuarta generación (1.8 20v Turbo). Solo están disponibles con el acabado Sport, el más alto de los Golf de gama base.
Las prestaciones son más que correctas para un motor pequeño: 216 km/h de punta y aceleración 0-100 en 8,3 segundos. El downsizing llegó al Golf en la quinta generación, cuando la primera hornada de motores TSI, entonces con compresor volumétrico y turbo a la vez, podían rendir 170 CV con un 1.4. Este motor es un término medio. Eroga 250 Nm a 1.500 RPM, un valor como mínimo interesante.
Homologa 5 l/100 km de gasolina, una cifra no demasiado irrealista si consideramos de lo que los 1.4 TSI son capaces. De hecho, en otros mercados habrá versiones Bluemotion con el 1.5 TSI EVO capado a 130 CV, pero en España solo habrá Bluemotion con motor 1.6 TDI. Los nuevos motores TSI EVO pueden funcionar puntualmente como dos cilindros, disponen de Stop&Start y tendrán equipados filtro de partículas más adelante: de fábrica salen sin él y no se puede hacer un «retrofit», tal y como me explicaron los ingenieros en la presentación.
Estará disponible con caja manual de seis velocidades o automáticas DSG de siete. A diferencia de varios competidores, sigue teniendo el número correcto de cilindros -cuatro-, por lo que sigue estando un escalón por encima en cuanto a agrado de uso y percepción de baja sonoridad y vibraciones.
