El «plus» agrega potencia, para llegar a los 605 caballos, con unos monstruosos 750 Nm de par máximo, tras mejorar el rendimiento del V8 de cuatro litros sobrealimentado a través de más presión en los turbocompresores, nuevas válvulas de escape y retoques en la centralita electrónica.
Las prestaciones, como has leído en la apertura del artículo, son de superdeportivo. Audi hace varias referencias a la «deportividad» de la berlina de representación, aunque nos cuesta ver al S8 Plus como algo «deportivo». Inmensamente rápido y capaz, sí, sin duda, pero ¿deportivo? La agilidad de semejante barco en una carretera de curvas de segunda y tercera no creo que sea de libro precisamente.
Si algún día lo probamos, cosa poco probable, saldremos de dudas. Por cierto, el S8 normal cuesta 133.000€, así que este bien podría llegar a los 150.000€.