Los Rapid y Spaceback están situados en la gama de la firma checa entremedias de los exitosos Fabia y Octavia. Dimensiones exteriores ajustadas pero con un habitáculo muy amplio y soluciones “simply clever”, dos características típicas de Skoda que aparecen en todos sus productos.
Las nuevas versiones 2017 se diferencian en estética, calidades interiores, tecnología, conectividad, equipamiento y mecánica. No obstante, los cambios realizados son bastante ligeros
En primer lugar, Skoda ha modificado varios detalles exteriores de ambos coches. La calandra y las ópticas se conectan mediante una tira cromada y los antiniebla han sido rediseñados. En la zaga se instalan unos pilotos con tecnología LED. Los faros de ambos coches pueden ser halógenos o bi-xenón, poseen LED diurnos y estrenan un asistente de luces largas en carretera. En el lateral, los intermitentes laterales han sido reubicados desde las aletas delanteras hasta los retrovisores. En la parte trasera se han instalado unos pilotos con tecnología LED y, en el caso del Skoda Spaceback, se ha aumentado el tamaño de la luna para mejorar visibilidad. Los cambios estéticos acaban con nuevos diseños de llantas, con tamaños que van desde las 15 hasta las 17 pulgadas.
El asistente de luces largas automáticas se activará cuando la luminosidad del ambiente sea muy baja, no se detecte otro vehículo y el vehículo circule a una velocidad superior a 60 km/h
Por otro lado, en su interior destacan los cambios en la moldura frontal y tomas de aire del salpicadero, así como una actualización del equipo multimedia y el rediseñado volante multifunción, ahora con la parte baja achatada. Nuevas molduras en las puertas completan un interior con buen empaque.
Gracias al nuevo sistema multimedia ahora disponemos de conectividad WiFi por medio de una tarjeta SIM, con dispositivos móviles y dos puertos USB en la fila de asientos posterior. Tampoco faltan los sistemas Apple CarPlay y Android Auto para la sincronización de smartphones con la pantalla del salpicadero. Algunos detalles «Simply Clever» -que no son una novedad- son un rascador de hielo, una alfombrilla reversible para el maletero, un soporte para el portabebidas apto para un teléfono móvil o un paraguas bajo el asiento del acompañante.
En el apartado mecánico, la gran novedad es la incorporación del nuevo 1.0 TSI de gasolina y tres cilindros que ya hemos catado en el Volkswagen Golf. Este propulsor se ofrecerá tanto con 95 CV como con 110 CV. En ambos casos sólo se puede asociar a una caja de cambios manual. Sus prestaciones no es que sean de infarto, pero mueve a ambos coches con bastante dignidad y con unos consumos más que razonables. La versión de 95 CV tarda 11 segundos en hacer el 0 a 100 km/h, mientras que la de 110 CV lo hace en 9,8 segundos. Sus consumos respectivos son de 4,4 y 4,5 l/100 km.
La oferta se completa con los 1.4 TSI de 125 CV, 1.4 TDI de 90 CV y 1.6 TDI de 116 CV. Toda la gama mecánica cuenta con frenada regenerativa y sistema Stop&Start para reducir consumos y emisiones contaminantes.
Respecto a los sistemas de seguridad nos encontramos con freno multicolisión, estabilización de remolque, control de presión de neumáticos, detector de fatiga, Front Assist, ayuda al arranque en cuesta, sensores de aparcamiento delanteros y traseros y seis airbags. Más adelante conoceremos los precios y detalles de equipamiento para España.
