Cuenta con una suspensión elevada 18 mm y llantas de aleación de 15″ en acabado bitono
El simpático utilitario alemán se podrá desenvolver de esta guisa mejor por los cascos históricos, donde es casi imposible aparcar en la calle sin llenar el coche de arañazos. Sus protecciones de plástico negro hacen que esos roces del día a día, de los que no generan cariño, sean menos dolorosos de reparar. Rodea la carrocería de lado a lado una banda de plástico negra, que se acentúa en cada uno de los puntos cardinales por una pieza de color gris. Completan su estética exterior las barras de techo.
Opel resalta que las ventajas de la suspensión elevada son un mejor dominio del tráfico y una mayor accesibilidad al habitáculo. A buen seguro las personas mayores y bajitas lo agradecerán, así como el resto de la población (que últimamente los problemas de espalda parecen una epidemia).
En el interior encontraremos un tapizado específico para los asientos, con un diseño con motivo de panal de abeja. Otros detalles menores como el borde del equipo de música o las decoraciones del marco de las puertas completan el elenco. Por lo demás, es exactamente igual a cualquier otro Opel Karl. Seguirá siendo más práctico fuera de carretera un Suzuki Jimny o un Fiat Panda 4×4, pero no menos cierto es que para rodar por un par de caminos de tierra en el pueblo o tener una estética SUV no hace falta más.
Se podrá encargar a finales de año. Los precios todavía no se han definido.
