En Fráncfort se podrá ver la versión de fibra de carbono y aluminio del modelo virtual. Se aprecian claros rasgos del Veyron bajo ese modelo ultra deportivo. Es como si el Veyron, ya potente pero un objeto de lujo, se hubiese puesto un traje de Iron Man para bajar al circuito.
No solamente hay elementos que recuerdan a una versión de competición, sino que también hay guiños a modelos históricos, como la combinación de negro y azul del Bugatti 57 G Tank, ganador de las 24 horas de Le Mans de 1937. Pero sin duda el elemento más emblemático de la carrocería del coche es el fino alerón dorsal que recuerda, por una parte, a los LMP1 actuales, y al genial Type 57 Atlantic.
En el interior, se sigue adivinando la base del Veyron en las formas básicas del salpicadero, pero la decoración es mucho más deportiva y futurista, cuando en el Veyron es de tipo retro y lujosa.
Achim Anscheidt, jefe de diseño en Bugatti, explica que a pesar de ser un coche de pura fantasía es de lo mas realista y se podría conducir en circuito. Claro que eso no es ninguna garantía de que algún se haga realidad.
