Los fabricantes de automóviles lanzan continuamente nuevos modelos de vehículos eléctricos, con una gama cada vez mayor y precios cada vez más asequibles. Pero ya hoy la autonomía media de un coche eléctrico es más de suficiente para cubrir el 95% de las transferencias diarias.
De hecho, se ha calculado que en la mayoría de los países las distancias recorridas diariamente para ir al trabajo o llevar a los niños al colegio, ir de compras o salir con amigos varían en promedio entre los kilómetros 40 y 60 (fuente: Goldman Sachs, Journal of Modern Power Systems and Clean Energy, 2015) y que el 95% de las transferencias diarias no supere un total de 200 km (fuente Encuesta Nacional de Viajes de Hogares). Los coches eléctricos que hay actualmente en el mercado permiten en gran medida estos kilometrajes.
La autonomía declarada de un coche eléctrico es en realidad "estimada", es decir, se establece a lo largo de un ciclo. WLTP (Procedimiento de prueba de vehículos ligeros armonizados a nivel mundial), que analiza lauso medio en ruta mixta (urbano y suburbano).
Sin embargo, al igual que con los automóviles que funcionan con combustible, la autonomía de un vehículo eléctrico puede variar según cómo se utilice. Por ejemplo, ir a altas velocidades reduce el kilometraje que se puede cubrir, porque la batería detecta el aumento de potencia requerida y tiene que hacer un mayor esfuerzo para permitir que el motor la entregue. La autonomía también se puede reducir aprovechando la aire acondicionado, o eligiendo modo de conducción que mejoran el rendimiento.
Además, para que la autonomía sea siempre buena, no se recomienda dejar la batería del vehículo con bajo nivel de carga demasiado largo.
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