Su motor 5.0 V8 M119 eroga 326 CV, no parece mucho para las burradas que se ven hoy día (el A 45 AMG da más potencia con un 2.0) pero tiene el carácter y el encanto de un V8 de los de antes, sin turbo, un sonido precioso y un consumo brutal. No sabemos si ese fue el motivo por el cual su única propietaria apenas lo utilizó.
El mundo está muy mal repartido, desde luego. Este cochazo se le regaló por su cumpleaños un 29 de septiembre de 1996, y se ha tirado en un garaje de Londres durante 20 años. La excusa, al parecer, es que perdió las llaves; p’a darle de comer aparte. A veces Dios da pan a quien no tiene dientes, es una pagafantada épica. El coche está en un estado impecable, Coys aporta fotos hasta de los bajos, y parece haberse conservado de maravilla, sin exposición a los elementos ni el paso del tiempo. Hasta cuenta con ITV favorable (MOT en Reino Unido).
Solo marca 81 millas, unos 130 kilómetros. Si se hubiese estado utilizando, su valor rondaría las 5.000-7.000 libras, pero como está nuevo, puede costar casi el doble que un SLC, estiman 45.000-55.000 libras, hasta 65.000 eurazos. En su equipamiento podemos encontrar de todo: cargador de seis CD, tapicería de cuero con asientos calefactados y de ajuste eléctrico, inserciones en madera (de verdad), transmisión automática, ordenador de a bordo digital (novedad en 1995), etc. Toda una oportunidad para degustar la conducción de un clásico cuando estaba nuevo, pero en 2017.
Esperemos que su nuevo dueño sea más considerado con él…
(*): los británicos dicen que llevan el volante en el «right side», que se puede traducir tanto «lado derecho» como «lado correcto».
