
Es el mismo Ken Block que solemos ver, con sus donuts, drifts, y tiros de freno de mano, pero esta vez con algo más de peligro. El Pikes Peak es una de esas competiciones que apenas permiten errores de pilotaje. El recorrido de 20 km es prácticamente lo más parecido a Nürburgring. Seguro que no es algo que le haya dado mucha cosita a Ken. Sin más preámbulos, aquí está la Climbkhana. Puntos extra si descubres la referencia clásica al legendario Climb Dance de Ari Vatanen de 1988.